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Bancos le pulsearon a Luis Caputo, que convalidó una tasa alta para captar pesos


La licitación extraordinaria realizada este miércoles por el Gobierno evidenció quién marca la cancha. Con más de $10 billones liberados tras el fin de las LEFI, el Tesoro logró captar $4,7 billones, poco menos de la mitad de los pesos que quedaron boyando en el sistema.

Pero lo más revelador fue el precio de esa absorción: todas las LECAP se adjudicaron a tasas muy por encima del mercado secundario, con spreads de hasta 60 puntos básicos.

En la práctica, los bancos -principales tenedores de LEFI- impusieron condiciones: forzaron al Tesoro a convalidar rendimientos mucho más altos a cambio de estacionar liquidez por apenas dos o tres meses. El resultado fue una foto incómoda para Caputo:  tuvo que pagar más de lo que se estaba operando en pantalla minutos antes de la licitación.

Según detalló el secretario de Finanzas Pablo Quirno, recibió ofertas por un total de $4,9 billones en Lecap y Boncap.

Pablo Quirno anunció el resultado de la licitación del Gobierno

Federico Furiase, uno de los directores del BCRA, escribió en X al respecto: «El Tesoro absorbe $4.7 billones en la licitación de Lecaps/Boncaps en el marco del desarme de las LeFis. Se elimima el excedente de pesos que dejó el desarme de LeFis (tasa endógena) con extensión de duration en el perfil de vencimientos de Finanzas».

«Suba de tasas paras retirar el exceso de pesos ($5bn)», analizó el economista Fernando Marull. Por su parte, el analista Gabriel Caamaño, sintetizó: «Por ahora el resultado es FX más alto y tasas más altas vs la semana pasada. Esperemos que las tasas aflojen en los próximos días. Eso de pelearse con la UIPP no da buenos resultados a la larga».

Salvador Vitelli, por su parte, señaló al referirse a la licitación: «Es un oxímoron suba de tasas por exceso de pesos«.

El martes por la noche, Luis Caputo había anticipado el motivo de la licitación ante una pregunta en redes sociales: «Las LEFI se suponía que los bancos las iban a canjear por Lecaps. Pero los bancos, temerosos de perder la liquidez diaria, no fueron con todo y prefirieron hacer numerales. Al sobre encajar todos al mismo tiempo, estaba claro que eso iba a derivar en una baja de la tasa corta, por lo cual el Banco Central empezó a absorber esa liquidez excedente».

«Ahí surgió que los bancos mismos nos pidieran la licitación que anunciamos el lunes. La absorción vía licitación del Tesoro es mejor opción, porque son pesos que van a la 2020. Pero en el mientras tanto, ya que esos pesos liquidan el viernes próximo, el BCRA absorbió 5 billones en los últimos 3 días hábiles, siendo que la prioridad siempre fue, es y será, que no sobren pesos, de manera de consolidar el proceso de desinflación que estamos transitando», detalló el martes por la noche el ministro de Economía, en la previa al gran test de este miércoles.

Pesos: de la sequía a la inundación

Aurum Valores lo señaló a la perfección: la posición diaria de efectivo mínimo del sistema financiero saltó de un déficit de $1 billón el 9 de julio a un superávit de $7,5 billones el 10 de julio. Se espera que el exceso se mantenga en niveles históricos (más de $6,8 billones al 31 de julio). Este shock de liquidez no solo desbordó la capacidad de absorción del mercado, sino que provocó un derrumbe en las tasas de interés y encendió todas las alarmas en el frente cambiario.

Como resumió Aurum: «La integración de los bancos producía un desborde de liquidez extremo que iba a generar baja de tasas. Que el BCRA pague hoy una tasa de pases mayor que la que remuneraba el Tesoro por las LEFI hasta la semana pasada es síntoma de improvisación y mala praxis».

El efecto dominó: tasas a la baja, dólar en alza 

El desarme de LEFI no solo liberó pesos a los bancos: muchos inversores, ante la falta de alternativas y la baja repentina de tasas, desarmaron posiciones y buscaron refugio en el dólar, acelerando la presión sobre los tipos de cambio. La tasa de caución a un día, que llegó a tocar el 12% TNA apenas 48 horas atrás, saltó hasta el 40% durante la rueda del martes y cerró en 25%, mostrando una volatilidad inédita.

El volumen operado en futuros de dólar trepó a casi u$s 3.000 millones el 15 de julio, marcando un nuevo máximo desde mayo y reflejando la búsqueda masiva de cobertura. Como destacó Javier Blanco «En el mercado se interpreta como la primera reacción oficial a la escalada del dólar, en medio de esta inyección de liquidez de muy corto plazo y en un contexto de ‘malas nuevas’ derivadas de juicios heredados y ruido político vinculado a las elecciones».

El BCRA sale a asistir

Frente al colapso de tasas, el Banco Central (BCRA) debió salir a absorber pesos de urgencia el martes, reabriendo la ventanilla de pases pasivos. Lo hizo con tasas que empezaron en 25% TNA y escalaron hasta el 36% en pocas horas, muy por encima de la referencia oficial. Según Salvador Vitelli, se operaron $4,3 billones en REPO con una tasa promedio total de 33,7%, cuando la tasa de mercado ex-BCRA era de 27,1%. 

«El BCRA pagó pesos más caros que los bancos, explicitando el costo de la intervención», sentenció.

Desde la consultora Target de Mercado evaluaron que «la apertura de una ventana para ofrecer liquidez intradiaria era inevitable si no se quería que las tasas se hundieran aún más y se intensificara la corrida hacia el dólar. Ahora habrá que ver con qué frecuencia mantiene esta operatoria: si logra darle certidumbre al sistema, los bancos podrían volver a captar depósitos a un día, lo que ayudaría a sostener las tasas».

La magnitud de la maniobra no tiene precedentes recientes: apenas un día antes, el volumen había sido de $1,2 billones al 18% TNA.

Como lo resume Javier Blanco: «La intervención oficial colisiona con el objetivo proclamado de avanzar hacia una tasa de interés fijada de manera ‘endógena’ y dejó en evidencia que la etapa final de la transición monetaria no había sido bien planificada».



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