La morosidad en el pago de saldos bancarios del sector privado registró un aumento durante mayo, según datos del Banco Central. Este incremento impactó tanto en los créditos destinados a hogares como en el financiamiento a empresas, abarcando préstamos y tarjetas de crédito.
El ratio de irregularidad del crédito al sector privado ascendió a 2,6% en mayo, lo que representa un incremento de 0,4 puntos con respecto a abril.
En cuanto a la morosidad por segmento, el coeficiente de mora del crédito destinado a los hogares totalizó 4,5% en mayo, mostrando un aumento entre puntas de mes. Específicamente para las líneas vinculadas al consumo, que incluyen préstamos personales y tarjetas, el ratio de irregularidad se ubicó en 4,9%.
Financiamiento a empresas mantiene baja morosidad con leve aumento en sectores, industria estable
Por su parte, el financiamiento a las empresas presentó un ratio de irregularidad de 1% en el mismo período, observándose leves subas en casi todos los sectores económicos, mientras que la industria se mantuvo estable.
En este contexto, los cargos mensuales por incobrabilidad del sistema financiero, devengados y anualizados en relación con el saldo total del crédito al sector privado, aumentaron 0,7 puntos en el mes, alcanzando 5,5%.
El nivel de previsionamiento con el que opera el sector financiero continuó siendo elevado. El saldo de previsiones contables siguió superando al crédito en situación irregular en 29% al cierre de mayo. Esto se traduce en que las previsiones superaron el crédito irregular en 129% a fines de mayo, aunque esto representó una caída mensual de 12 puntos.
Adicionalmente, el ratio de cheques rechazados por falta de fondos sobre el total compensado se ubicó en 1,39% en cantidades y 1,24% en montos reales durante mayo. Esto supuso un aumento de 0,1 puntos en cantidades y 0,4 puntos. en montos reales respecto a abril. En la comparación interanual, los incrementos en estos ratios fueron de 0,83 puntos en cantidades y 0,76 puntos en montos.
Cambió el patrón del financiamiento: cómo se endeudan ahora los argentinos
El avance del crédito en Argentina está siendo el gran sostén del consumo para una parte importante de la población que antes no tenía ni volumen ni acceso al mismo. De acuerdo a un informe de Focus Market en base a un relevamiento sobre el nivel de endeudamiento de los hogares argentinos, diferenciando entre deuda bancaria y no bancaria en el cual se encuestaron 2.850 hogares y se utilizaron datos complementarios de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del cuarto trimestre de 2024, junto con estadísticas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) se pueden sacar algunas conclusiones.
Uno de los principales hallazgos es el cambio en el patrón de financiamiento. Mientras que en 2023 el 41,3% de los hogares tenía deuda bancaria y el 82,6% algún tipo de deuda no bancaria, en 2025 esos valores se ubicaron en 47,9% y 61,6%, respectivamente. Esto implica una caída de más de 20 puntos porcentuales en el endeudamiento informal y un aumento de más de 6 puntos en el acceso al crédito formal. La tendencia se da en un contexto de mayor estabilidad macroeconómica y expansión sostenida del crédito.
El informe mensual del Banco Central correspondiente a mayo de 2025 indica que los préstamos en pesos al sector privado crecieron $3,7 billones ese mes, con un aumento real del 2,7% mensual. Desde enero de 2024, el crédito en pesos acumula una suba real del 135%, con 14 meses consecutivos de expansión. En relación al Producto Interno Bruto (PIB), el crédito alcanzó en mayo el 8,6%, superando el 5,2% registrado a fines de 2023. Se estima que hacia fin de año alcance el 10% del PIB, consolidando un proceso de reactivación de la oferta y demanda de crédito en Argentina.
Este crecimiento del endeudamiento formal se explica tanto por factores macroeconómicos como por medidas concretas de política económica. La desaceleración inflacionaria y una mayor previsibilidad económica mejoraron la confianza de los hogares y del sistema financiero. A esto se sumaron cambios regulatorios que facilitaron el acceso al crédito: se incrementaron los límites de financiación con tarjeta, se flexibilizaron las condiciones para préstamos personales y se ampliaron los topes de ingresos y facturación del monotributo. Esta última medida permitió a una gran parte de la población calificar para productos financieros que antes les estaban vedados.
Pero el crecimiento no se explica solo por el mayor acceso, sino también por los montos involucrados. El stock de deuda bancaria asciende hoy a $22,8 billones, con un promedio de $4.660.549 por hogar endeudado, equivalentes a 2,78 salarios promedio del sector registrado (RIPTE). En 2023, el promedio era de apenas $377.664, o 1,43 salarios promedio. La deuda bancaria incluye préstamos personales, tarjetas de crédito, préstamos hipotecarios, prendarios y adelantos bancarios, reflejando un uso más intensivo del crédito por parte de los hogares.
Para estimar los hogares con deuda bancaria, se combinaron datos del BCRA y la EPH. El Banco Central informa que 20,3 millones de adultos tienen financiamiento con el sistema financiero ampliado (SFA), lo que representa el 56,6% de la población adulta. De ellos, 13,7 millones están endeudados con entidades financieras (EEFF) y 10,9 millones con entidades no financieras (PNFC), con 5,6 millones de personas que tienen deuda en ambos sistemas. Estimando un promedio de dos adultos por hogar, se concluye que cerca del 48% de los hogares argentinos tiene deuda bancaria.
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