Cabe recordar que, el DNU 846/2024 retocó el artículo 11° del Decreto 331/2022, que dice que los futuros canjes, luego del realizado por Martín Guzmán para los bonistas privados en 2021, se tenían que hacer con especies de la misma moneda. Y la nueva norma establece que, a partir de ahora, será indistinto: el Gobierno podrá recibir bonos en dólares y entregar papeles en pesos, o a la inversa.
Por ahora, los bonos nominados en dólares operan en verde en Wall Street. Las subas las lidera el Global 2046 (+0,8); el Global 2038 (+0,7%); y el Global 2030 (GD30) lo hace en +0,6%. Este último título cobra especial relevancia tras el decreto que sacudió al mercado, pues tal como explicó una fuente del mercado a Ámbito: «hoy hay que medir el GD30. Es el bono que el Gobierno apunta a canjear en 2025. Tiene dos vencimientos de u$s3000 millones en enero y julio. Si se hace pelota es porque los inversores rajan y algunos van a comprar barato para luego negociar», señaló.
En tanto, desde Delphos Investment señalaron que la modificación de la normativa para realizar canjes de deuda alimentó las expectativas sobre un posible canje de deuda “hard dollar”. El gobierno abrió la posibilidad de realizar canjes de deuda denominada en cualquier moneda sin cumplir con las restricciones de la Ley de Administración financiera en cuanto a la moneda y las condiciones de plazo, cupón o quita de capital. De esta manera, se extendió a la deuda en dólares las mismas condiciones que posibilitaron los canjes de deuda en pesos realizados desde 2020.
Deuda: qué dice la city
«El canje de los títulos “hard dollar” más cortos (29s y 30s) mejoraría el perfil de vencimientos y evitaría el drenaje de reservas por los pagos de capital en 2025. En este ejercicio es fundamental que el riesgo PAIS siga bajando. Ayer finalizó en 1.311 puntos básicos (11 puntos básicos menos que el viernes), quedando nuevamente a las puertas de quebrar los 1.300 puntos», señaló el bróker.
Desde Inviu señalan que «el Gobierno parece estar abriendo la puerta a un nuevo canje de deuda». Y es que, como explica anteriormente, los canjes debían realizarse con bonos de la misma moneda, pero con la nueva norma, el Gobierno tendrá la flexibilidad de recibir bonos en dólares y entregar papeles en pesos, o viceversa. Esta modificación se incluye en un DNU que, en su esencia, establece cambios en las reglas del FGS de la ANSES, permitiendo que este fondo mantenga hasta el 70% de su cartera en títulos públicos, frente al 50% permitido anteriormente.
«Además, el DNU habilita al secretario de Finanzas, a llevar a cabo nuevos canjes de deuda en los que se podrá entregar bonos en una moneda y recibir a cambio bonos en otra, a valor de mercado», explica el bróker. El decreto especifica que “los precios de los instrumentos serán fijados teniendo en cuenta los valores existentes en los mercados” para cada operación, y aclara que estas operaciones no estarán sujetas a las disposiciones del artículo 65 de la Ley N° 24.156 de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional. S
Por su parte, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) señaló que esta medida podría vulnerar la prerrogativa que estipula que la deuda pública es competencia exclusiva del Congreso.
La decisión de modificar por DNU las condiciones para realizar canjes en la Argentina puso en duda, según algunos análisis, la capacidad del Gobierno para honrar obligaciones de capital por casi u$s6.000 millones en 2025. Es lo que dijo el exministro de Economía, Martín Guzmán, para quien «lo que el DNU hace es aumentar la sospecha de que están tratando de cambiar el perfil de vencimiento de la deuda. El próximo hito es el 9 de enero porque hay vencimiento de capital, y en julio sería el próximo. Lo que se buscaría es patearlos para más adelante a cualquier costo”, indicó en charla con periodistas.
Los vencimientos de referencia son uno que opera el 9 de enero, por unos u$s2.898 millones, y otro por igual monto el 9 de julio del año próximo. Con el DNU 846 publicado en el Boletín Oficial este lunes, crece la inquietud por la eventualidad de que el equipo económico no pudiera estar en condiciones de refinanciar esos vencimientos en los mercados voluntarios de deuda. En ese escenario, y suponiendo que desde la Secretaría de Finanzas a cargo de Pablo Quirno tuvieran que cambiar los bonos que vencen en 2025 en una operación de reestructuración para posponer vencimientos, podría afrontar en el mercado una tasa entre 15% y 20%, según el análisis del exfuncionario.
Noticia en desarrollo.-
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