El Gobierno quiere tomarse las cosas con calma, a la hora de hablar del cepo. Paso a paso. Así se lo transmitieron funcionarios del equipo económico a inversores internacionales que en las últimas semanas visitaron los despachos oficiales para tener de primera mano la idea que tiene el Gobierno para levantar las restricciones.
El mensaje del elenco oficial definió que la prioridad es quitar trabas al comercio exterior. Pero que no hay ningún apuro en salir de las restricciones de la denominada cuenta capital. Incluso, este martes el ministro Federico Sturzenegger y la titular de la AFIP, Florencia Misrahi, brindaron detalles sobre la eliminación de determinados trámites y herramientas de fiscalización para importar y exportar bienes.
En concreto, anunciaron la eliminación del valor criterio y del estampillado para los sectores importadores que aún los conservaban. También se avanzará en la eliminación de los veedores de control de Aduana, que no son funcionarios del organismo, sino que representan a las cámaras. También, vinculado a las exportaciones, afirmaron que dejarán de regir los valores de referencia.
Es más: hay una decisión de mantener el límite para que las multinacionales envíen dividendos a sus casas matrices, con el objetivo de cuidar al máximo los dólares.
Lo adelantado ayer por iProfesional: Javier Milei y Luis Caputo creen que deben levantarse restricciones al comercio exterior.
Hay una necesidad de que la inflación baje lo más rápido posible a por lo menos el 2% mensual, que es el ritmo de devaluación del «crawling peg».
De hecho, en los últimos 40 días ya se tomaron distintas medidas en ese mismo sentido: la reducción de diez puntos del Impuesto PAIS (del 17,5% al 7,5% desde el 1 de septiembre); la rebaja de aranceles a las importaciones de productos industriales terminados y de insumos; y ahora la decisión de habilitar las compras afuera para acelerar la competencia.
Algunas grandes cadenas de supermercados ya recibieron señales desde los despachos oficiales de que tenderán vía libre para adquirir en el exterior productos que encuentren más baratos para forzar una mayor competencia en las góndolas.
El apuro de Caputo se entiende en el contexto de un «crawling peg» que se mueve al 2% mensual. Si la inflación no se pliega pronto a ese ritmo, entonces el tipo de cambio será percibido como atrasado. Y crecería el riesgo de aparecer presiones en el mercado cambiario, a pesar de la vigencia del cepo.
Cuál es el mensaje del Gobierno a Wall Street sobre el cepo
Para el levantamiento de las restricciones cambiarias habrá que esperar. «No hay apuro«, fue la idea que transmitieron desde el equipo económico a los inversores de Wall Street que en las últimas semanas visitaron las oficinas oficiales.
Eso sí, los funcionarios dejaron entrever que habrá un «esquema normalizador» para desarmar el cepo. Pero no dieron ninguna precisión de los tiempos.
De hecho, José Luis Daza, flamante vice de Economía, dijo en una de las charlas que el objetivo final es que el tipo de cambio «flote libremente». «Es falso que nosotros tengamos miedo a flotar. Yo entré al equipo para flotar», suele comentar Daza a sus ocasionales interlocutores.
En el mismo sentido, piensan otros integrantes del equipo. Una de las definiciones que circula en el Banco Central refiere a que para levantar el cepo no será necesario aguardar hasta que las reservas netas vuelvan a ser positivas.
Tampoco hay un apuro por llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, algo que sugirió el propio Caputo durante la última entrevista del fin de semana.
El faltante de dólares es «transitorio», según el Gobierno
En las charlas con inversores, el equipo económico comunicó que el faltante de divisas en la economía es «transitorio», y que la entrada de capitales se dará más temprano que tarde.
Caputo suele mostrar que la primera señal de confianza la están dando grandes compañías locales que están tomando deuda en dólares para inversiones. Se trata de lanzamientos de Obligaciones Negociables a tasas bajas, en relación con lo que podría tomar el propio Estado nacional.
YPF acaba de licitar ON por u$s150 millones para financiar inversiones en Vaca Muerta al 6% anual. Pampa Energía colocó deuda por u$s 84 millones a una tasa de interés fija del 5,75% anual, a cuatro años de plazo.
Este ingreso de divisas se suma a lo que sucedió en las últimas semanas de la mano del blanqueo de capitales. Desde mediados de agosto hasta fin de septiembre entraron u$s13.000 millones.
De ese total, ya salieron de los bancos alrededor de u$s500 millones en forma neta.
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