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El enfoque de Guillermo Kuchen en la producción sostenible


Promediaba la década del 90, cuando la salida laboral de los agrónomos era un tanto compleja. Recuerda que “había poco asesoramiento, no existía la soja RR y para los veterinarios había una masa de hacienda importante, mucho tambo”. Sin embargo, fue por la opción que más lo desafiaba.

Se recibió de Ingeniero Agrónomo el 1° de agosto de 2002, y su primer trabajo fue en una agronomía que tenía la cuenta de Nidera, vendiendo maíces y multiplicando sojas de La Tijereta. Con la actitud de ir siempre hacia adelante, se subía a la camioneta y participaba en cuanta reunión surgía. En una de esas reuniones de La Tijereta sobre variedades de soja, la TJS 2049, escucha atentamente a dos personas que lideraban el encuentro: Arturo Bressanello y Luis Pérez.

Pasa el tiempo y comienza una nueva etapa en su vida familiar en Río Cuarto, trabajando para una multinacional china en pleno contexto de la resolución 125. Durante esa época, conoce a Rodrigo Armas a través de Enrique Luccardi y Ricardo Petri. En la campaña 2007-2008, con un faltante de sorgo “infernal”, lo ponen en contacto nuevamente con Arturo, quien vendía sorgo y maíz. Aunque en esos días no concretaron negocio alguno, sí se forjó una muy buena relación.

Entusiasmado por los proyectos, el 2 de junio de 2008, Guillermo se suma al equipo de Alianza Semillas. “Ese primer día estaban en la oficina Don Ángel Noli, Bernardo Ermini, y más tarde llegó Arturo. Esa primera noche en Alianza Semillas transcurrió en el barco de Bressanello, amarrado en un club náutico de zona norte del gran Buenos Aires”. Poco después, conoció a Alejandro Savage, quien trabajaba con sulfato de amonio, un producto que en ese momento Guillermo aún no comprendía del todo.

Guillermo Kuchen, gerente comercial de ALZ Agro

Las campañas iniciales fueron difíciles pero formativas. Cruzando la Argentina de punta a punta, él y Arturo recorrían el país con los maíces de ALZ (firma de la que actualmente es generente comercial), generando recursos y comenzando a hacer ensayos. Con el tiempo, el equipo se consolidó. En 2014, después de varios años de trabajo duro, Guillermo regresa a su querencia con la familia y el equipo en franco desarrollo.

“Maíces, sorgos -graníferos y forrajeros BMR-, buenos volúmenes de Smartfoil, Combate, Toke, SAM a granel… varios años en la ruta, empujando, con una línea bien clara de trabajo”, define así el espíritu del equipo. En 2018, lograron un hito importante con Nord, lo que le permitió gerenciar la unidad de Semillas, sumando muy buenos híbridos y biotecnologías.

Uno de los aspectos más valiosos para Guillermo fue el enfoque en la innovación tecnológica y comercial: “Ya para ese entonces ALZ estaba posicionado como semillero y armamos un equipo para la parte vegetal. Queríamos jugar una estrategia importante con Smartfoil cuando nadie hablaba de los bioestimulantes”.

A lo largo de los años, la visión de Kuchen se centró en la necesidad de humanizar las empresas. “Humanizar las empresas significa que se conozcan las personas que las integran y lideran, sus familias, sus proyectos, temores y desafíos. Estas trayectorias que reflejan a las personas son puentes fundamentales para conectar con el productor.”

Guillermo subraya que el productor argentino es muy ávido en tecnología y siempre está en busca de mensajes y novedades. «Lo que hizo el sector agropecuario en 20 años en el país, desde la salida de la soja RR hasta hoy, es impresionante. El productor agropecuario argentino es muy inquieto, siempre a la vanguardia», destaca.

Además, cada producto que sale al mercado lo hace con un mensaje claro y significativo: “No ponemos un producto a la venta que no tenga un mensaje. En estos 15 años, cada producto sale con su propio mensaje. Es la manera de subsistir en un mercado tan competitivo”.

Para Kuchen, uno de los grandes valores de su trayectoria es la pasión compartida por el trabajo: “Los primeros años fueron codo a codo con Arturo, luego con Luis. La pasión por el trabajo es un valor común en el equipo que lidera la empresa. Pasión en cada proyecto, algo que no es común”.

Finalmente, Guillermo resume el espíritu que lo ha guiado durante su carrera: “El concepto de ‘tener la camiseta puesta’ es algo real para nosotros, ajeno a las circunstancias de la campaña. Porque nada es mágico, hay días en los que cuesta levantarse, pero la pasión por lo que hacemos es lo que nos impulsa a seguir adelante”.



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