El maíz tardío ha ganado terreno en los últimos 15 años como alternativa menos riesgosa frente al maíz temprano en ciertas regiones y circunstancias, debido principalmente a que las siembras tardías ubican el periodo crítico del cultivo – en el cual se define el rinde -, en épocas de mejor balance hídrico.
Sin embargo, el conocimiento sobre su manejo agronómico sigue siendo limitado, y se estima que el cultivo está hoy un 40% por debajo de su rinde potencial, lo que se debe a varios factores, entre ellos la deficiencia de nitrógeno.
Es así que un estudio que fue liderado en sitios de la región Pampeana por un equipo multidisciplinario compuesto por Walter Carciochi (UNMdP y CONICET), Fernando Salvagiotti (INTA Oliveros y CONICET) y Nahuel Reussi Calvo (UNMdP y CONICET), demuestra cómo la inclusión de cultivo de servicios de vicia como antecesor favorece la disponibilidad de nitrógeno (N) en maíz tardío.
Los resultados muestran que la respuesta promedio a la fertilización nitrogenada en maíz sin este cultivo de servicios es de 1800 kg ha-1, mientras que en maíz sembrado sobre vicia esta respuesta disminuye a 1200 kg ha-1. Si bien la vicia no cubre por completo las necesidades de N del maíz – que sigue mostrando respuesta a la fertilización -, esta es en promedio un 33% menor que sobre barbecho.
Pero por otro lado, el estudio también muestra que la biomasa aérea de la vicia puede ser un buen indicador de la necesidad o no de aplicar fertilización adicional. Cuando la biomasa del cultivo de servicios supera los 5200 kg ha-1 o la acumulación de N en su biomasa aérea es mayor a 160 kg N ha-1, no se espera una respuesta significativa a la fertilización en el maíz siguiente.
También se ha observado que la competencia por recursos, como el agua, entre la vicia y el maíz, influye en la respuesta a la fertilización. Esto depende de factores como el contenido de N en la vicia, la disponibilidad hídrica y el contenido de materia orgánica del suelo.
Beneficios a largo plazo de la inclusión de vicia en la rotación
El impacto positivo de la vicia no se limita al maíz inmediato. En un estudio de larga duración en la región de Oliveros (Santa Fe) se observó que aquellas secuencias que ocuparon el suelo con cereales y cultivos de servicios incrementaron la producción de soja en aproximadamente 400 kg ha-1 respecto del monocultivo de soja, gracias a un mejor balance de nitrógeno en el suelo.
Las secuencias que incluyen cultivos de servicios como vicia han demostrado balances positivos de N, que superan los 300 kg N ha-1, lo que sugiere que su aporte no solo compensa la exportación de nutrientes con los granos, sino que también mejora la salud del suelo en el largo plazo.
Su inclusión en la rotación ofrece servicios ecosistémicos adicionales, como el control de malezas y la reducción de la erosión.
Entre sus principales líneas de investigación, destacan el comportamiento de híbridos, la respuesta a densidades de siembra y fertilización nitrogenada, así como el manejo sanitario del cultivo. la campaña 2023/24. Los mismos fueron realizados en 15 sitios distribuidos en la región central del país, agrupados en dos grandes subzonas: norte y sur.
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