La DGI informó que la percepción neta, ya descontada la devolución de impuestos, alcanzó los $ 49.378M.
La Dirección General Impositiva (DGI) informó que la recaudación neta creció un 5,8% en términos reales y alcanzó los 49.378 pesos en abril, mejorando luego de la pronunciada caída de marzo, que fue del 11,2%.
En tanto, la percepción total bruta alcanzó los 59.105 millones de pesos, lo que implica una variación de 15,2% a precios corrientes que, descontado el efecto inflacionario, deriva en una mejora del 11,2%, según los datos del organismo dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
La recaudación del IVA fue de 24.493 millones de pesos e impulsó al alza, tras crecer un 18,4% interanual, con una incidencia del 41,5% en el total bruto y alcanzando una mejora de 4,3% en el acumulado anual.
Algo similar ocurrió con la percepción del Imesi, que alcanzó los 5.723 millones de pesos, suponiendo el 9,7% del total. Este impuesto tuvo una mejora interanual del 22,2% y acumula un crecimiento del 6,6% en el período enero-abril.
Con respecto a los impuestos a la renta, el IRPF recaudó 12.481 millones de pesos, con una mejora del 48,8% y representando el 21,1% de la recaudación total bruta. En el acumulado anual, tuvo una suba del 5%.
En cambio, traccionó a la baja la percepción del IRAE, que alcanzó los 9.959 millones de pesos y supuso una merma del 19,4% interanual, que se achica al 9,4% en el primer cuatrimestre. El impuesto representa al 16,8% del total.
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La ineficiencia tributaria de la DGI
El flamante informe de recaudación de la DGI, que contiene el efecto calendario que supuso la Semana de Turismo, que tuvo lugar en marzo este año y en abril durante 2023, se da en momentos donde un estudio reveló que el organismo podría recaudar cerca del doble en concepto de IVA e IRAE.
Fernando Peláez, funcionario de la DGI, se hizo eco de un documento de trabajo publicado recientemente por el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), donde habla de “brecha política”, ligada a tratos preferenciales entre los que se incluyen exoneraciones, regímenes simplificados, beneficios fiscales y deducciones extraordinarias, y la “brecha de incumplimiento”.
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