A comienzos de la jornada, los futuros del Brent subían 76 centavos, o un 0,9%, a 82,68 dólares por barril, y los del West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) ganaban 86 centavos, o un 1,1%, a 78,76 dólares. Ambos contratos llegaron a mejorar un dólar o más durante la sesión.
La Agencia Internacional de Energía (AIE), la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA) y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) han actualizado sus previsiones sobre el equilibrio entre la oferta y la demanda mundial de crudo para 2024.
Sus informes implican un declive limitado de los precios en la segunda mitad del año porque los tres pronostican caídas en los inventarios petroleros mundiales, dijo a Reuters Tamas Varga, de la correduría PVM.
Estas opiniones se vieron reforzadas por los datos de la industria del martes, que mostraron que los inventarios de crudo en Estados Unidos cayeron más de lo esperado la semana pasada.
Los precios bajaron más de un 2% la semana pasada, después de que la OPEP y sus aliados dijeran que eliminarán de forma gradual los recortes de producción a partir de octubre.
Por la tarde, se publicarán los datos de inventarios de la EIA, el organismo estadístico del gobierno estadounidense.
Asimismo, el Índice de Precios al Consumo estadounidense dará más pistas sobre la política de tasas de interés de la Reserva Federal, cuyo anuncio de política monetaria se conocerá más tarde, al término de su reunión de dos días.
Las predicciones de la AIE
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) espera un «excedente importante» en los mercados de petróleo para 2030, debido a una ralentización del crecimiento de la demanda y el aumento de la producción mundial, según un informe anual publicado este miércoles.
A medida que avance la transición energética, con el auge de las energías renovables y de los vehículos eléctricos, «el crecimiento de la demanda mundial de petróleo deberá ralentizarse en los próximos años», subrayó el AIE en el informe.
El documento se basa en «las políticas actuales y las tendencias del mercado» y señala que «se espera que la fuerte demanda de las economías asiáticas en rápido crecimiento, así como de los sectores de la aviación y la petroquímica, impulsará el consumo de petróleo en los próximos años».
Pero al mismo tiempo, «estas ganancias se verán cada vez más contrarrestadas» por factores como «el aumento de las ventas de vehículos eléctricos, las mejoras en el rendimiento energético de vehículos convencionales, la reducción del uso de petróleo para la generación de energía en Oriente Medio y los cambios económicos estructurales».
La AIE prevé que la demanda mundial de petróleo, incluidos los biocarburantes, «se estabilizará en torno a los 106 millones de barriles diarios hacia el final de la década», frente a los poco más de 102 millones de barriles diarios de 2023.
Un aumento de algo menos del 4%, impulsado por las economías de Asia, en particular China e India, mientras que la demanda disminuye en las economías avanzadas.
«Al mismo tiempo deberá aumentar la producción mundial de petróleo, lo que aliviará las tensiones en el mercado y elevará la capacidad de producción adicional a niveles nunca vistos fuera de la crisis de covid», destaca el informe.
El aumento de la oferta mundial de oro negro, impulsado por los productores no pertenecientes a la OPEP+, especialmente Estados Unidos, deberá superar la demanda prevista a partir de 2025.
La capacidad total de suministro deberá alcanzar casi 114 millones de barriles diarios en 2030, superando la demanda mundial estimada en 8 millones de barriles diarios.
Este excedente de producción «podría abrir el camino a un entorno con precios de petróleo más bajos», subraya la AIE.
En este ambiente de «excedente importante de oferta», «las compañías petroleras podrían querer asegurarse de que sus estrategias y planes de negocio están preparados para los cambios en curso», declaró el director general de la AIE, Fatih Birol, citado en el comunicado.
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