«No nos fijamos una fecha para levantar el cepo. Lo que nos fijamos es una estrategia para salir del cepo. Se tienen que cumplir esencialmente cuatro condiciones: una es el equilibrio fiscal; dos, tener solucionado el problema del stock heredado, haber solucionado el flujo y, por último, que haya una relación razonable entre reservas y pasivos remunerados». Con esta frase, el ministro Luis Caputo explicó lo que haría falta para terminar con las restricciones cambiarias.
Pero las complicaciones políticas que tiene el Gobierno, y la notoria falta de inversiones extranjeras que refleja la economía argentina, estarían convenciendo al presidente Javier Milei sobre la necesidad de dar un golpe de efecto y acelerar el levantamiento del cepo cambiario.
Cepo al dólar: el Gobierno no descarta quitarlo antes de lo previsto
El exsecretario de Finanzas, Miguel Kiguel, graficó lo que está pasando por la cabeza de los inversores: «Quieren saber si se pueden llevar la plata, eso es lo que más les interesa», explicó.
En el Gobierno no lo dirán, pero saben que esa es la razón de fondo para que no lleguen inversiones en el caudal necesario a la Argentina, a pesar de los recursos energéticos que tiene el país.
Eso tal vez explique por qué el ministro Caputo puso sobre la mesa una carta brava: confirmó que la Argentina negocia con el FMI no sólo un nuevo programa, sino también el desembolso de más fondos para la Argentina.
En el mercado, recuerdan que el acuerdo firmado hace seis años por el Fondo con Mauricio Macri llegaba hasta los u$s 55.000 millones, pero el gobierno de Alberto Fernández decidió frenar en los u$s 44.000 millones.
¿Hay margen para que los u$s 11.000 millones restantes finalmente lleguen a la Argentina? Desde hace meses viene circulando la versión de que el Gobierno necesitaría unos u$s15.000 millones para eliminar el cepo. Si se destrabara el aporte del FMI y se sumaran unos u$s 5.000 millones que podría aportar un pool de bancos internacionales, todo indica que estarían las condiciones para poner fin a las restricciones cambiarias.
Octubre, mes clave para un posible fin del cepo al dólar
¿Cuándo podría ocurrir eso? Las estimaciones más cautelosas de los especialistas que siguen el tema hablan de octubre como un mes clave, para arrancar el último trimestre del año con muy buenas señales hacia los inversores.
El equipo económico calcula que para esa fecha la economía ya estará creciendo, con las leyes claves en funcionamiento y las «manos liberadas» de las fuerzas del mercado para reactivar incluso muchas de las obras públicas que quedaron frenadas por decisión de Milei.
De hecho, Caputo asegura que la economía «ya pegó la vuelta y se encamina a una recuperación». Para el Banco Mundial, este año la economía caerá 3,5%, pero existirá una fuerte recuperación en el 2025, que rondará el 5%, incluso por encima del resto de los países latinoamericanos.
Pero otro frente abierto es el retraso en la liquidación de divisas: «Los flujos de liquidación de exportaciones serán seguidos con detenimiento, dado su efecto sobre el CCL y el consecuente impacto sobre el resto de las variables macroeconómicas, en un contexto en que las bajas de tasas nominales redujeron el atractivo del ‘carry trade‘», sostuvo un reporte del grupo SBS.
Milei necesita darle una señal fuerte de confianza al mercado y para eso no descarta adelantar la salida del cepo.
En un escenario de alta sensibilidad, cerca de Caputo se preguntaban si no fue un error anticiparse y prometer la rebaja del impuesto PAIS en caso de que se aprobaran la Ley de Bases y el paquete tributario.
«Ante los infundados rumores, aclaramos con Santiago Bausili, que en caso de que se apruebe la Ley de Bases, la baja del impuesto PAIS no viene asociada a ninguna devaluación», debió salir a afirmar a las apuradas el jefe del Palacio de Hacienda.
De paso, buscó desalentar otra versión circulante en los mercados: «No se tocará el 80/20», el mix con el que se permite liquidar a los exportadores, «ni el crawling de 2 por ciento mensual», el nivel de depreciación del peso en el mercado oficial, enfatizó Caputo.
El blue ya se había instalado en los $1.300 y los financieros, por encima de ese nivel.
Para la Fundación Mediterránea, tras el ajuste fiscal de 2024, «con preponderancia de licuación de salarios y jubilaciones y de fuertes recortes en la obra pública y transferencias a provincias, además de la reducción del gasto en subsidios a tarifas, el gran desafío para el 2025 pasa por mantener el equilibrio fiscal aún con una posible eliminación del impuesto PAIS, y con un ajuste del gasto que se apoye más en reformas del estado a largo plazo».
Con una mirada en el Senado, Caputo señaló: «Es muy bueno que la ley pase, es un acelerador de la recuperación de la situación económica, pero no va a alterar el hecho de que el país se va a recuperar. Va a llevar más tiempo y sacrificio, pero el orden no va a cambiar».
Caputo destacó la importancia de aprobar la Ley de Bases y prometió eliminar el impuesto PAIS si avanza el paquete de medidas.
Fue una forma de atajarse ante el imponderable de que la Ley de Bases sea rechazada, como pretenden el kirchnerismo y la CGT, entre otros sectores totalmente opositores a Milei.
Está claro que son días de alta tensión para la gestión económica, que debe lidiar con una plaza financiera acostumbrada a andar a los saltos, como la Argentina.
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