La divisa estadounidense continuó el alza marcada por gestos de la Fed, mientras que el desplome de la moneda japonesa impulsó la cotización en los mercados.
El dólar global subió en las primeras horas del miércoles, impulsado por el desplome del yen japonés, que tocó mínimos desde 1986 e incentivó los temores de los operadores respecto de una intervención de las autoridades de ese país.
El índice dólar —que compara el desempeño del billete verde con una canasta de seis monedas de relevancia internacional—, ganó un 0,44%, llegando así a las 106,08 unidades, su máximo desde el 1 de mayo. En contrapartida, el yen caía a su nivel más bajo desde 1986 frente al dólar, manteniendo alerta a los mercados cambiarios ante cualquier indicio de intervención de las autoridades japonesas para impulsar su atribulada moneda.
En ese sentido, la divisa estadounidense subió un 0,7% y cotizó a 160,697 yenes, un nivel registrado por última vez en diciembre de 1986, mientras la enorme diferencia de tasas de interés entre ambos países seguía lastrando la moneda japonesa.
Por su parte, el euro cedía un 0,3%, a 171,625 dólares, después de que un responsable del Banco Central Europeo (BCE) hablara de la posibilidad de nuevos recortes de tasas este año, una postura notablemente diferente a la de Michelle Bowman, de la Reserva Federal (Fed).
La diferencia de tasas entre Estados Unidos y Japón
Según los analistas, los operadores están poniendo a prueba la determinación del Ministerio de Finanzas y del Banco Central de Japón, que gastaron 62.000 millones de dólares a fines de abril y principios de mayo para sostener la divisa cuando superó las 160 unidades.
Las bajas tasas de interés de Japón, en comparación con las de Estados Unidos, golpearon al yen. Si bien Japón aumentó las tasas este año a un rango de cero a 0,1%, los tipos estadounidenses de 5,25% a 5,5% implican que los inversores están acudiendo en masa a activos en dólares para obtener mayores rendimientos.
Los inversores están aprovechando la gran diferencia de tasas en ambos países al emprender las llamadas estrategias
«A menos que la dinámica subyacente cambie con el diferencial de rendimiento, seguirá siendo castigada», señaló a la agencia Reuters Joe Tuckey, jefe de análisis de divisas de la correduría Argentex.
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