El riesgo de liquidez general es bajo en las empresas de América Latina, pero la calidad crediticia mejora lentamente, según señaló la agencia de calificación internacional Moody’s Ratings en un informe publicado este jueves. Para Uruguay, particularmente, influirá especialmente como quedará determinado el entorno político tras las elecciones presidenciales de octubre.
La agencia Moody’s Ratings publicó un nuevo informe sobre estabilidad financiera en América Latina y el Caribe, al que accedió Ámbito, en el cual destacó principalmente que “el riesgo de liquidez general seguirá siendo bajo en la mayoría de las empresas no financieras de grado especulativo, de servicios públicos e infraestructura en América Latina durante 2024-2025”; pero que, a pesar de esto, la flexibilización de las condiciones crediticias generales durante este año, así como las altas tasas de interés y la volatilidad del acceso a los mercados, seguirán ejerciendo presión sobre la calidad crediticia de las empresas no financieras, especialmente en aquellas con bajo grado especulativo.
Asimismo, “las bajas de calificación seguirán superando las alzas en las empresas latinoamericanas en 2024, aunque a un ritmo más lento que en 2023”.
Los factores de influencia en las condiciones crediticias
Si bien hay cuestiones particulares señaladas en el informe como, por ejemplo, el mayor riesgo de liquidez que presentan Argentina y Perú por sus condiciones de inestabilidad política y económica, o que presentan sectores como la agroindustria, las aerolíneas y las empresas de servicios públicos; Moody’s señaló que “las condiciones crediticias mejorarán en algunas empresas no financieras de América Latina en 2024 tras un 2023 ajustado en un contexto de crecimiento económico moderado”.
Entre los motivos señalados para esta proyección se encuentra un escenario de disminución tanto en las tasas de interés como en los índices de inflación en los países, aunque las tasas aún elevadas “seguirán afectando la asequibilidad de la deuda”.
Además, la agencia de calificación puso una luz amarilla sobre la desaceleración del crecimiento de China —al igual que lo hicieron múltiples organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial—, el cual podría reducir el crecimiento de la demanda de commodities, en una coyuntura de precios ya bajos que viene afectando a los países exportadores de materias primas como Uruguay. En el caso del país, como ya se ha estado experimentando, el efecto es doble por la alta dependencia comercial con el gigante asiático.
Por otra parte, las elecciones presidenciales en varios países como México, Panamá y Estados Unidos —además de Uruguay— determinarán el entorno político y, con ello, la confianza y estabilidad de la economía y de los mercados crediticios.
“El crecimiento económico en América Latina será desigual en 2024 y se mantendrá por debajo de la tendencia en toda la región”, alertó, finalmente, Moody’s.
La deuda de las empresas no financieras
Moody’s también realizó un balance de las empresas no financieras de grado especulativo de América Latina que, a diciembre de 2023, tenían una deuda total circulante aproximada de 384.000 millones de dólares.
“Las empresas calificadas en Ba, la categoría más alta de grado especulativo, tienen mejor acceso al capital que sus pares con calificaciones más bajas y representan poco menos de dos tercios de los vencimientos anuales. Sin embargo, las empresas con calidad crediticia más débil tienen vencimientos anuales de alrededor de 5.000 millones de dólares y asumen un mayor riesgo de refinanciamiento, con una mayor probabilidad de incumplimiento”, indicó en su informe.
También a diciembre de 2023, estas empresas tenían una deuda de 81.300 millones de dólares con vencimiento en los 24 meses siguientes. Alrededor del 29% de esta cifra estaba en manos de empresas con alto riesgo de liquidez frente al 22% de las empresas con riesgo medio y el 49% con riesgo bajo.
“Dentro de la categoría de alto riesgo, el sector de telecomunicaciones y medios de comunicación tuvo la mayor concentración de deuda circulante del 58% del total de 4.800 millones de dólares en el sector, en comparación con el 43% del total en el sector de petróleo y gas, el 24% del total en el sector de agroindustria y el 34% del total en las empresas de servicios públicos”, señaló Moody’s.
Asimismo, apuntó que “poco más de la mitad de la deuda futura del sector de petróleo y gas es con la petrolera estatal mexicana Petróleos Mexicanos (Pemex, B3 negativa)”. “La mayoría de las empresas de servicios públicos de América Latina tienen un riesgo de liquidez bajo a medio, salvo en Argentina, donde se encuentran cuatro de las seis empresas de servicios públicos de alto riesgo de la región”, concluyó el informe.
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