El comunicado presentado en el página oficial de la Corte Electoral, se habían analizado un total de 45.745 firmas hasta el viernes pasado por la tarde, es decir, casi el 10% de las firmas presentadas por la central sindical. Este es proceso necesario que debe llevar a cabo la autoridad estatal para determinar si el plebiscito cuenta con el apoyo mínimo para poder someterse a votación en las elecciones presidenciales de este año.
Del total de firmas que pasaron por el proceso de verificación oficial, el 20% fueron rechazadas por la Corte Electoral, es decir, unas 9.234. Esto no significaría un peligro para el plebiscito del Pit-Cnt ya que, de seguir con esta tendencia, se llegaría a un total de 340.000 firmas validadas, superando el mínimo requerido de 270.000 que representa el 10% de los ciudadanos habilitados para votar.
¿Cuáles fueron las causas de los rechazos?
Pueden existir varias causas para rechazar las firmas presentadas en el plebiscito. La causa más relevante según el comunicado expuesto por la Corte Electoral corresponde a la falta de coincidencia. Este motivo fue el que más se repitió, siendo el 80% de las firmas rechazas por esta razón, con un total de 7.455 rúbricas.
En segundo lugar quedaron las firmas con datos incompletos, con un total de 838, otra categoría de rechazo fueron los múltiplos que fueron 426 rúbrica y los excluidos que representaron 230 firmas. Por otro lado, la falta de firma represento un rechazo de 100 y los cancelados fueron 63. También, las firmas inhabilitadas fueron un total de 58, mientras que las canceladas fueron 63.
S&P no ve probable su aprobación
El plebiscito por el Pit-Cnt ha alertado a los economistas que advierten que su aprobación tensionaría las cuentas públicas del Uruguay, mientras que en el arco político generó discrepancias entre los partidos, especialmente dentro del Frente Amplio donde todavía no se expresaron de manera unánime.
Con esto, la calificadora estadounidense S&P Global Ratings, reflejó que la ley aprobada en abril del año pasado “debería contener el gasto en los próximos años», por lo que evaluó difícil que exista «suficiente apoyo político o popular para revertir algunos aspectos de la reforma».
Por su parte, valoró el «registro estable de políticas» del país, así como la «naturaleza cohesiva y consensual de su clase política», para sentenciar que, tras las elecciones 2024, “no se esperan grandes cambios en la política económica».
Con respecto al crecimiento, anticipó que será de 2,7% anual entre 2024 y 2027, mientras elogió la fortaleza fiscal y las políticas adoptadas por el gobierno, así como un buen nivel de inversión extranjera, pese a la finalización de obras de UPM 2. En tanto, vaticinó una buena recuperación tras los efectos de la sequía y la diferencia cambiaria con Argentina.
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