con dictamen forzado, el oficialismo se complica para la votación
El oficialismo logró un acuerdo para avanzar con el dictamen de la Ley Bases en el Senado gracias a una gestión de último minuto del flamante jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que se anotó así un primer punto frente al presidente Javier Milei aunque no logró aclarar del todo el panorama para la sesión, porque el acuerdo alcanzado es frágil y varios puntos clave del proyecto todavía no tienen suficiente respaldo.
Francos se acercó al Senado en la noche del miércoles, luego de que el oficialismo se viera obligado a pasar a un nuevo cuarto intermedio en el plenario de las comisiones de Legislación General, de Presupuesto y Hacienda y de Asuntos Constitucionales porque no había alcanzado las firmas suficientes para sacar un dictamen de mayoría.
El oficialismo necesitaba reunir 28 firmas, aunque sea con disidencias, para asegurarse el despacho de mayoría frente al rechazo del kirchnerismo. El Gobierno había concedido más modificaciones al proyecto, particularmente en el régimen de incentivo a las grandes inversiones (RIGI), pero esto no conformaba a todos los senadores que reclamaban más modificaciones para acompañar el proyecto.
Tras ver frustrado el objetivo en el plenario, el jefe de Gabinete se reunió con algunos de los opositores dialoguistas que no habían rubricado el despacho de comisiones, como Guadalupe Tagliaferri (PRO) y el entrerriano Edgardo Kueider (Unidad Federal) y el santacruceño José María Carambia. Finalmente, consiguió que firmaran pero, en disidencia.
El acuerdo salió con forceps, a tal punto que para el final de la noche todavía no estaban todas las firmas, aunque el oficialismo aseguraba que se sumarán en el transcurso de este jueves. De esta manera, el Gobierno se anotó una victoria de corto plazo, porque deberá seguir negociando de cara a la sesión que se llevaría a cabo el próximo jueves para evitar el rechazo de temas clave como las privatizaciones e incluso algunos artículos del RIGI.
Ley Bases: ¿por qué el acuerdo que logró Francos no garantiza éxito en la sesión?
El Gobierno se jugó a fondo para que el dictamen se firmara este miércoles. Por eso, el flamante jefe de Gabinete, Guillermo Francos, había ido al Senado el día anterior para reunirse con la vicepresidenta Victoria Villarruel y los jefes de los bloques dialoguistas.
Francos destrabó el dictamen y se anotó un triunfo de último minuto, pero el oficialismo deberá seguir negociando de cara a la sesión
Según supo iProfesional, allí Francos comunicó los cambios que aceptaría el oficialismo y se llevó un compromiso de los referentes del ala dialoguista sobre un consenso para el dictamen, por lo que expresó su confianza al salir de la reunión. Sin embargo, en los bloques del PRO y la UCR no había una posición unificada, lo que se sumó a la reticencia de los federales a estampar su firma. Esto dejó descolocado al nuevo jefe de Gabinete.
Francos tuvo que volver por la noche al Congreso para evitar que la jornada se cerrara con una nueva derrota. La intención era que el presidente Javier Milei recibiera, durante su estadía en Estados Unidos, la noticia de un avance.
«El problema es que algunos prometen un apoyo por todo el bloque que después no pueden garantizar, porque hay sugerencias que el Gobierno no contempló todavía», deslizó a iProfesional un senador de uno de los bloques dialoguistas que pide más cambios al proyecto.
Una de las cosas que hizo el jefe de Gabinete para destrabar el acuerdo fue prometer otros retoques al proyecto. Carambia reclamaba, por ejemplo, que se aumentaran las regalías en la minería al 15%. Francos aceptó llevarlas del 3% al 5%. El santacruceño, que había anunciado que presentaría un dictamen propio, terminó firmando el del oficialismo pero en disidencia.
El ministro coordinador corrió un poco más la vara para sacar el dictamen como fuera. Y es que en las horas previas el oficialismo no se mostró dispuesto a hacer más concesiones en un proyecto que ya tuvo numerosos cambios en la Cámara de Diputados y tendrá otra tanda en el Senado. Rechazó, por ejemplo, modificaciones en el capítulo sobre privatizaciones donde peligran los casos de Aerolíneas Argentinas y el Correo Argentino de cara a la votación.
Sin embargo, el escenario para la sesión es complicado y más ahora, con un dictamen conseguido a último minuto y forzado. Y es que el desafío estará en la votación particular, donde el oficialismo tendrá dificultades para impedir que algunas de las modificaciones que no aceptó hasta ahora se le impongan con la sumatoria de los votos de los senadores díscolos y del kirchnerismo.
En el plenario de comisiones el oficialismo no había juntado las firmas porque varios opositores dialoguistas no estaban conformes con los cambios concedidos
«Están complicados y a lo máximo que pueden aspirar es a que el rechazo de algún artículo como privatizaciones o Ganancias no alcance los 48 votos, para poder darlo vuelta cuando vuelva a Diputados», señaló a este medio una senadora de la oposición dialoguista.
¿Cuáles son los cambios en el RIGI y la reforma laboral?
Las modificaciones más importantes que aceptó el Gobierno para destrabar la firma del dictamen giran en torno al RIGI, el régimen para proyectos de inversión por más de u$s200 millones, que es uno de los temas más discutidos. Entre los cambios, se incorporó un artículo que «invita» a las provincias a adherir al régimen.
Este es un punto central porque muchos cuestionaron que este capítulo de la Ley Bases declarara como «nulas de nulidad absoluta» todas las normas a nivel provincial que pudieran limitar los beneficios fiscales que otorga el régimen a las empresas que inviertan, en lo que consideraron un avasallamiento sobre la autonomía de los distritos. Esto ahora solo regirá para los que hayan adherido de forma voluntaria.
También se agregó que las empresas argentinas que formen parte de la «cadena de valor» y provean insumos para los proyectos de inversión puedan entrar a los beneficios y se estableció la prohibición para que se importen «bienes de capital usados», algo que estaba habilitado en la redacción que aprobó Diputados y que fue muy criticado en la Cámara alta.
En el capítulo de reforma laboral, el oficialismo aceptó que se bajaran de cinco a tres los trabajadores independientes que pueden sumarse al emprendimiento productivo de otro trabajador independiente en el marco de una «relación autónoma, sin que exista relación de dependencia».
A la par de la Ley Bases, el oficialismo intenta avanzar con el paquete fiscal -que tampoco tiene las adhesiones necesarias- que incluye la restitución del Impuesto a las Ganancias, muy resistida por los senadores de las provincias patagónicas de todos los bloques. Para destrabar también el dictamen a este proyecto, el oficialismo propuso elevar un 22% la base imponible para los trabajadores de la región.
Esto implicaría que el «piso» para los contribuyentes de estas provincias pasará de $1,8 a $2,2 millones de sueldo bruto para solteros, y de $2,2 a $2,6 millones para casados con hijos. Además, abrió la posibilidad de que se pueda deducir el 100% de los intereses de créditos hipotecarios. No obstante, el oficialismo no tiene asegurado todavía que la restitución de este tributo tenga votos suficientes para la sesión.
Privatizaciones y facultades delegadas siguen en duda para la sesión
Aun con un dictamen firmado, el oficialismo tiene un panorama complicado de cara a la sesión que espera llevar a cabo la semana próxima. Y es que, en principio, lograría alcanzar los 37 votos que necesita para aprobar los proyectos en general, pero sigue buscan los votos para sostener algunos de los capítulos y artículos más resistidos, entre ellos el de las privatizaciones.
Incluso si consiguiera dictamen, los libertarios tienen un escenario difícil para el recinto porque varios puntos no tienen los votos necesarios
Tras negarse a modificar ese punto, la privatización de Aerolíneas Argentinas, del Correo Argentino y de Radio y Televisión Argentina no alcanzan todavía la mayoría suficiente. Los senadores patagónicos son los que más se oponen a esto. La chubutense del bloque Cambio Federal, Edith Terenzi resumió esa postura al indicar que estas empresas, sobre todo la aerolínea, «ofrecen servicios que son irremplazables» para la región.
«El tema de las facultades delegadas también está flojo», deslizó a este medio una senadora de un bloque aliado de La Libertad Avanza. En este punto, lo que está en discusión es la facultad que la Ley Bases le daría a Milei para disolver o modificar distintos organismos públicos.
El Gobierno aceptó ampliar el listado de organismos que quedarían excluidos de esta facultad, con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Banco de Datos Genéticos y el Instituto Nacional de Prevención Sísmica y el SENADA. Sin embargo, hay varios senadores que no quieren votar la delegación de facultades, incluidos algunos radicales como el fueguino Pablo Blanco, además de Lousteau.
En este marco, el oficialismo no ceja en la búsqueda del dictamen de mayoría para la Ley Bases con el fin de llevarla al recinto del Senado la semana próxima, pero aunque finalmente lo consiga en el transcurso de las próximas horas, todavía le queda un escenario muy complicado para la sesión, donde no se descarta que haya más cambios, ya sea por consenso o por la imposición de una mayoría que los libertarios no pueden controlar.
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