qué se juega Javier Milei
Aunque es un hecho que volverá a la Cámara de Diputados, la Ley Bases del presidente Javier Milei atraviesa horas clave en el Senado, donde dos senadores por Santa Cruz pusieron en duda el quórum para la sesión de este miércoles y, aunque el oficialismo estaría resolviendo este tema, se encamina igualmente a una votación muy ajustada en la que se pone en juego el mensaje que leerán los mercados y el FMI.
Este martes por la noche, horas antes de la sesión convocada para este miércoles por la mañana, los senadores José Carambia y Natalia Gadano avisaron que no bajarán al recinto, donde se necesitan 37 senadores para iniciar el debate, y pusieron como condición que antes se trate el proyecto sobre Medidas Fiscales y el cambio en la fórmula para la suba de jubilaciones que aprobó la oposición en Diputados.
Esto puso en riesgo la sesión porque el oficialismo ronda los 36 votos, algo que podría permitirle ganar por un margen muy corto la votación, pero no le alcanza para abrir la sesión, por lo que depende para tener quórum de que bajen el radical Martín Lousteau, que se perfila para votar en contra del proyecto de Milei, y su compañero de bloque Maximiliano Abad, cuya posición se mantenía en suspenso.
En principio, ambos darían quórum junto al resto del bloque de la UCR, según indicaron a iProfesional fuentes de ese espacio. No obstante, la situación tensó un poco más el clima para una sesión en la que Milei se juega un mensaje a los mercados en clave económica -justo en momentos de inestabilidad cambiaria y reuniones con el FMI- pero también política, dado que necesita mostrar que puede llevar adelante su plan a pesar de no tener mayoría parlamentaria, condición que lo mantiene a seis meses de haber asumido sin una sola ley aprobada.
Ley Bases: ¿cuál es el escenario para Javier Milei en el Senado?
La situación que plantearon Carambia y Gadano cambió la ecuación para el Gobierno, porque además de tener que negociar hasta último minuto para asegurarse la aprobación en la votación de la Ley Bases, aunque solo arañe un empate y tenga que definir la vicepresidenta Victoria Villarruel o el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, primero tiene que poder abrir el debate.
Carambia y Gadano, que figuraban como incógnita de cara a la votación y ahora blanquearon su rechazo, publicaron un video en el que avisaron que directamente no bajarán al recinto para dar quórum con el argumento de que no tienen garantía de que Milei les cumpla los cambios que concedió a través del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en las negociaciones de las últimas semanas con ellos y otros senadores.
El primer desafío para el Gobierno es conseguir el quórum tras la jugada de dos senadores santacruceños
Allí señalaron que, como la Ley Bases volverá a Diputados y allí el oficialismo podría revertir modificaciones hechas por el Senado «la única forma» de tener la garantía de que esos cambios se respetarán es cambiar el temario: que se trate primero el paquete fiscal y luego se sancione el proyecto sobre jubilaciones.
Después, que la Cámara baja ratifique los cambios hechos al proyecto fiscal y recién entonces tratar la Ley Bases. Las condiciones son inaceptables para el Gobierno. No obstante, Francos dio a entender este martes por la noche que no temen por el quórum para iniciar la sesión. La garantía se la dio el bloque de la UCR al hacerle saber que, a pesar de sus divisiones internas, bajarían todos al recinto.
Esto implica que Lousteau daría quórum a pesar de su probable voto en contra de la Ley Bases por tener un dictamen propio con el que intentará forzar más cambios que los que concedió el Gobierno, y lo mismo haría Abad, a pesar de que nunca confirmó públicamente cómo votará. Con ellos dos y asistencia perfecta de La Libertad Avanza y otros aliados, suman 37, el número clave.
Cuáles son los números para la sesión de la Ley Bases
El oficialismo tiene confianza en aprobar el proyecto que le delega facultades a Milei para tomar medidas sin pasar por el parlamento en materia administrativa, económica, financiera y energética, además de plantear la privatización de empresas públicas, una reforma laboral y un régimen especial para promover grandes inversiones (RIGI), entre otros puntos.
Sin embargo, saben que la votación se encamina a un resultado «apretado». Con el apoyo del PRO, casi toda la UCR y bloques provinciales, el oficialismo ronda los 36 votos, mientras que el kirchnerismo cuenta con 33 y, ahora, espera contar con los santacruceños para rechazarlo. Si Lousteau también vota en contra, había un empate.
Esto sería así, siempre y cuando el oficialismo tenga el acompañamiento de Abad, presidente del radicalismo bonaerense que talla en la espinosa interna partidaria. El senador abrió un compás de duda porque mantiene en suspenso su voto y no atiende consultas de la prensa. En la votación donde se rechazó el «mega DNU» de Milei, el radical se abstuvo.
La votación se anticipa muy ajustada y no se descarta que Villarruel tenga que desempatarlo a favor del Gobierno
Si tomara el mismo camino en esta ocasión, el «sí» quedaría clavado en 35 votos. Un dato a tener en cuenta es que Abad tiene muy buena relación con la vicepresidenta Victoria Villarruel, con quien conversa casi a diario. En el oficialismo esperan que la vicepresidenta logre convencerlo de acompañar.
En caso de que haya un empate, definirá Villarruel y si ella no estuviera -porque Milei tiene previsto viajar por la noche a Italia para asistir a la cumbre del G7- le tocará desempatar a Abdala. El triunfo para el oficialismo quedaría así asegurado, aunque sea con el último aliento.
No obstante, tanto Francos como Villarruel, que son los principales alfiles de Milei para esta sesión clave, mantienen abiertas todas las negociaciones. En el Gobierno no descartan poder sumar algún otro senador en el transcurso de la sesión para sacar al menos un voto más de ventaja. En cualquier caso, todavía eran optimistas respecto de la aprobación.
Milei y el mensaje a los mercados: ¿por qué necesita aprobar como sea la Ley Bases?
El Gobierno está dispuesto a seguir concediendo cambios a la Ley Bases y el paquete fiscal con tal de llevarse la aprobación y definir el debate en la Cámara de Diputados, que puede avalar las modificaciones o insistir en la redacción original. Y es que tampoco tiene mucho margen para negarse a otros de los planteos que quedaron «colgados» tras la firma del dictamen.
La eliminación de Aerolíneas Argentinas de la lista de empresas a privatizar es una de esas concesiones de último minuto que están dispuestos a ceder y habría otras en el RIGI y en las facultades delegadas, precisamente en la lista de organismos que Milei podría eliminar que ya se acortó, pero se agregarían otros, vinculados al mundo de la ciencia.
Y es que Milei necesita que el proyecto se apruebe más allá de que tenga que volver a Diputados, porque si se rechaza, la Ley Bases quedaría sepultada hasta el año próximo y muchas de las reformas incluidas allí se verían truncas. Un mal mensaje para los mercados y los acreedores a los que el Presidente tiene que mostrarles capacidad para gobernar.
Milei se juega en el Senado el mensaje que leerán los mercados sobre el mediano plazo de su gestión
El jueves habría una reunión con el FMI y el ministro de Economía espera un desembolso de u$s800 millones. El organismo ya le hizo saber varias veces al Gobierno que quiere ver apoyo político para las reformas que propone, cuya solidez y previsibilidad no se logra con decretos sino con leyes. El mercado financiero, en tanto, empezó a mostrar señales de preocupación con tensión cambiaria, baja de bonos y suba del riesgo país.
A esto se le suma que el Presidente decidió jugarse todo a la Ley Bases, que a pesar de los numerosos cambios que sufrió desde la versión original que llegó al Congreso en enero sigue incluyendo un abanico muy amplio de reformas en materia laboral, impositiva, previsional, cambiaria, administrativa y más.
El problema es que esta condición que presenta la Ley Bases hizo que la agenda del Poder Ejecutivo y del Legislativo se limitara casi exclusivamente a este tema y eso derivara en que, a seis meses de haber asumido, Milei todavía no tenga una sola ley aprobada. Esto pone en duda su capacidad para llevar adelante su programa a los ojos del mercado.
El peronismo se moviliza y se espera un debate caliente
Con una minoría muy marcada en las dos cámaras del Congreso y esa demora en poder mostrar capacidad para encarrilar la agenda de su gestión, la sesión es clave para Milei, que además alimentó por sí mismo la expectativa de que la baja de la inflación, el eventual recorte de impuesto y el peso relativo del ajuste dependen de que se sancione la Ley Bases.
Por la misma razón que el tema es clave para la gestión de Milei, también es central para la oposición más dura que encarna el kirchnerismo y que se movilizará con toda su estructura al Congreso para escenificar su rechazo a las reformas que plantea la Ley Bases.
Mientras tanto, también operan dentro del recinto para tratar de restarle votos al oficialismo. En las últimas horas, presionó a la neuquina Lucila Crexell porque, según trascendió en los últimos días, el Gobierno le habría ofrecido el cargo de embajadora ante la Unesco, con sede en París, para que vote a favor.
Horas antes de la sesión, el kirchnerismo filtró que esa designación ya está en trámite en la Cancillería con el fin de empañar su voto y tal vez alejarla del oficialismo. La senadora negó la versión -que corre hace varios días- y ratificó su voto.
No obstante, el clima es de tensión y aunque la Ley Bases volverá a la Cámara de Diputados, Javier Milei necesita tener la aprobación del Senado para darle sustento al mensaje que intenta transmitir a los mercados, al FMI y también al sistema político en general: que pese a estar en minoría, puede lograr acuerdos y llevar adelante la gestión.
Los comentarios están cerrados.