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Daniel Marx es el nuevo CEO de la distribuidora eléctrica



Con los aumentos tarifarios en stand by por orden del presidente Javier Milei; con un cuadro financiero «mejorado» en los últimos meses y a la espera del lanzamiento oficial de una subsidiaria que participará del negocio tecnológico, Edenor acaba de cambiar a su presidente y CEO.

Hasta ahora, ambos cargos eran ejercidos por Neil Bleasdale, quien habría renunciado por motivos de índole personal a sus cargos y se mantendrá como miembro del Directorio de la distribuidora propiedad de los empresarios Daniel Vila; José Luis Manzano y Mauricio Filieberti.

El ejecutivo había llegado a los puestos más altos, tras el desembarco del terceto empresario como nuevos dueños de la compañía en junio del 2021 participando además de las negociación con Pampa Energía para llevar a cabo el cambio de propietarios. Junto a Bleasdale, llegaron también Esteban Macek como vicepresidente y Nicolás Mallo Huergo, Eduardo Vila, Edgardo Volosín, Federico Zin y Mariano C. Lucero, como directores titulares.

El ahora ex Presidente de Edenor, estudió en la Universidad de Leeds en Inglaterra y en los últimos 42 años trabajó en Uruguay, Argentina, Perú, Brasil y Holanda. En 2006 comenzó su carrera en el sector de distribución eléctrica, como Director de Edemsa de Mendoza y desde marzo de 2008 hasta junio 2021 ejerció las funciones de Presidente y Director General.

Daniel Marx a Edenor, con antecedentes de acumulación de cargos públicos

Pero, tras tres años como máximo ejecutivo de la empresa, deja su puesto a un apellido reconocido en el sector económico por haber ocupado varios cargos públicos y superado varias controversias, en especial las vinculadas al recordado «Megacanje».

Se trata de Daniel Marx, nacido en la ciudad uruguaya de Paysandú, el 16 de abril de 1953, quien fuera director del Banco Central de la República Argentina (BCRA) durante la presidencia de Raúl Alfonsín entre 1987 y 1988, y Representante Financiero Especial y Jefe Negociador de la deuda externa argentina de 1989 a 1993.

Además fue secretario de Finanzas del Ministerio de Economía durante 1999 y 2001 y actualmente figura como director ejecutivo de Quantum Finanzas, firma que forma parte de la red que integran Evercore Partners (en Estados Unidos, México y el Reino Unido) y g5Advisors de Brasil.

Mientras se desempeñó como representante argentino ante el FMI, su función fue la de renegociar la deuda externa argentina durante los últimos años de la presidencia de Alfonsín, y mientras pasaban ministros de economía como Juan Vital Sourrouille; Juan Carlos Pugliese y Jesús Rodríguez.

Negociar con el Fondo

Continuó su función en los primeros de la presidencia de Carlos Menem, en los que la cartera de Economía estuvo ocupada por Miguel Ángel Roig; Néstor Rapanelli; Antonio Erman González y Domingo Cavallo.

Luego, en la presidencia de Fernando de la Rúa (1999-2001) ocupó el cargo de Secretario de Finanzas bajo las carteras de José Luis Machinea; Ricardo López Murphy y la segunda gestión de Domingo Cavallo, y además de seguir negociando con el Fondo, tenia injerencia en lo que se conoció como el Megacanje. 

Renunció a su puesto en diciembre de 2001 en el peor momento de la economía de la Argentina y el inicio de la debacle del país, hasta que reapareció en la función pública en otro diciembre, pero de 2019 cuando el ex presidente Alberto Fernández le encargó ser parte del equipo de renegociación de la deuda externa.

Su rol en el sector privado

En el sector privado, antes de arribar a Quantum, fue director Ejecutivo de MBA Banco de Inversiones; Managing Director de Darby Overseas Investments y Gerente Principal de Banco Río de la Plata (hoy Santander Río).

Según el sitio Wikipedia, Marx también fue responsable de la reestructuración financiera del grupo Árbol Solo/Inversiones Unidas; gerente en el Banco Tornquist y participó del Consejo Directivo de Banorte (México) e Interbank (Perú).

En el ámbito académico, es Miembro Consejero del Consejo Directivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y profesor de Finanzas Internacionales en la Universidad de San Andrés.

Un canje «cuestionado»

Entre las controversias que lo involucran, la más recordada es la sucedida durante la gestión de De la Rúa, quien implementó en 2001 un «megacanje» de títulos públicos de deuda por u$s50.000 millones para postergar vencimientos de deudas en el contexto de la crisis económica que vivía el país, plan que terminó por incrementar el pasivo del país u$s53.000 millones sumado capital e intereses.

De hecho, en ese entonces, el abogado Eduardo Labaké lo acusó junto a Cavallo por «estafa agravada», «incumplimiento de los deberes de funcionario público» y «cohecho», fundando su demanda al sostener que ambos funcionarios «habrían contratado distintos canjes de la deuda externa en condiciones sumamente ruinosas para nuestro país y ocultando, cuando no tergiversando sus datos fundamentales para engañar al resto de los argentinos».

Pero en lo práctico, la mayor imputación que recibió Marx fue la de precisamente haber incrementado el monto de la deuda y favorecido a un consorcio de bancos que se benefició con el cobro de comisiones.

Sin embargo, en 2010, la Cámara de Casación Penal lo sobreseyó, y ahora, tras todo ese derrotero de cargos públicos y privados, le tocará orientar el rumbo de Edenor, una de las principales distribuidoras de electricidad de la Argentina.

Una agenda cargada

Marx ocupará plenamente su nuevo puesto desde el 31 de agosto próximo, ya que durante el lapso que resta para llegar a ese día la empresa implementará un plan de transición ordenada.

Entre las ocupaciones que le esperan está también la de comenzar a implementar la ampliación de los objetivos de la compañía, que quiere dejar de ser solamente una distribuidora de electricidad, para meterse en otros negocios y mercados que le permitan de alguna forma blindarse a los vaivenes de las decisiones de los gobiernos de turno con relación a las tarifas de la luz.

Ya en abril pasado, Edenor modificó su estatuto para poder prestar y/o comercializar servicios de telecomunicaciones o dar en comodato sus instalaciones para ese fin.

Del mismo modo, tendrá la chance de comprar acciones de otras empresas; participar accionariamente de otras sociedades con actividad de distribución, comercialización de energía eléctrica y/o generación de energía eléctrica renovable o convencional y de minerales críticos.

Además, podrá ser parte de compañías de digitalización y/o inteligencia artificial aplicadas al objeto social, lo cual está a punto de ser anunciado con la creación de una nueva compañía que fue bautizada ya como Edenor Tech.

Resultados positivos

Pero, mientras todos estos objetivos por ahora son meros anunciados, salvo en el último caso, Marx llega a Edenor al mismo momento en que la empresa anuncia los resultados financieros correspondientes al período de seis meses de este año.

Según el informe de la firma enviado a la Comisión Nacional de Valores (CNV), su balance arroja una ganancia operativa de $82.650 millones que, considerando el impacto de los ajustes tarifarios transitorios implementados, refleja una mejora operativa y financiera.

Esto le permitió continuar realizando las inversiones necesarias para mantener y mejorar la calidad del servicio prestado, «con tecnología e innovación, promoviendo el uso responsable y eficiente de la energía, cumpliendo con los pagos de las compras de la misma desde el comienzo de la normalización tarifaria», según el documento.

En forma paralela, Edenor sigue avanzando en el proceso de Revisión Quinquenal Tarifaria de acuerdo al cronograma fijado por el ENRE, y en el que se incluirán los ajustes de mayo a junio 2024 que fueran postergados, ya habiéndose otorgado un aumento del 3% del Costo Propio de Distribución (CDP), para este mes de agosto.

Mayores ingresos por tarifas

En este sentido, sus ingresos y el margen de distribución reflejaron en términos reales incrementos del 15% y 76%, respectivamente, respecto del mismo período del año anterior como consecuencia del incremento del CPD, y a pesar de una leve disminución de la demanda, compensada por el efecto de mayores costos de energía debido a la reducción de subsidios a los usuarios.

En tanto, su EBITDA resultó en una ganancia de $82.650 millones, producto de los mayores ingresos registrados por recomposición tarifaria, que impactó en una mejora del margen de distribución, lo cual le permite a la sociedad hacer frente a sus principales gastos operativos.

De esta forma, el resultado del período ascendió a una ganancia de $107.580 millones versus la pérdida del año anterior, principalmente por el incremento tarifario por recomposición del CPD y una optimización de los costos operativos.

Con relación a las inversiones, alcanzaron los $136.012 millones, que a valores constantes son un 32% mayores a las registradas en los primeros seis meses del año 2023, «lo cual pone en evidencia el compromiso de Edenor con la mejora en la calidad y ampliación del servicio».

De igual modo, sus ventas de energía, disminuyeron en un 5,2%, alcanzando 11.546 GWh en comparación con los 12.177 GWh vendidos el año pasado, en tanto que la cantidad de clientes se incrementó en un 1%.

Dentro de este contexto, igualmente Edenor asegura continuar realizando las inversiones necesarias, tanto para la operación de la red como para mantener e incluso mejorar la calidad del servicio.

 Teniendo en cuenta dicho escenario, Edenor anticipa que las principales aplicaciones de fondos estarán destinadas a costos operativos, el pago de la deuda financiera y su plan de inversiones para incrementar la capacidad, instalar equipos de telecontrol en la red de media tensión, conectar nuevos suministros, e instalar medidores de electricidad autoadministrados.





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