En medio de un escándalo mediático y judicial, el ex presidente Alberto Fernández rompió el silencio respecto a las acusaciones de violencia de género que su ex pareja, Fabiola Yáñez, ha formulado en su contra. En una entrevista con Horacio Verbitsky, Fernández negó rotundamente haber agredido físicamente a Yáñez, alegando que las marcas en el rostro de la ex primera dama se deben a un tratamiento estético y no a un golpe, como ella asegura.
La defensa de Alberto Fernández
Fernández, en una conversación con Verbitsky, sostuvo que las imágenes que muestran a Yáñez con un ojo morado son el resultado de una reacción a un tratamiento estético y no de una agresión física. El ex mandatario afirmó que su ex pareja se sometió a un procedimiento para atenuar arrugas, lo cual, según él, podría haber ocasionado el hematoma visible en las fotografías que han sido ampliamente difundidas por los medios.
Fernández explicó a Verbitsky que tiene chats con la madre de Yáñez:
—Si soy un golpeador, ¿por qué se sometió a un tratamiento de fertilidad para que tuviéramos un hijo?
—¿Por qué no hay un solo testimonio de alguien a quien ella le hubiera contado del alegado maltrato?
—Viví 17 años con Marcela Luchetti (la madre de su hijo Tani) y 10 con Vilma Ibarra, y no hay un solo episodio de que yo las haya agredido.
El inesperado contraataque de Alberto Fernández contra Fabiola Yáñez
Fernández hace trascender un supuesto chat de Dora Barrancos
En medio de acusaciones, la socióloga y referente feminista Dora Barrancos, según Alberto Fernández, habría realizado un comentario a colegas. Barrancos, quien ha sido cercana al ex presidente, supuestamente aseguró en un chat privado que tiene pruebas de que Fernández nunca agredió físicamente a Yáñez. Verbitsky publicó en su web una nota y reproduce el texto adjudicado a Barrancos: «Estoy en condiciones de asegurar fehacientemente que nunca A.F. agredió físicamente a Fabiola. Ella arrastra una compleja situación psíquica, a lo que se unió su adicción alcohólica».
La socióloga también destacó que, en su opinión, Fernández fue incapaz de romper un vínculo que describió como tóxico, y criticó el uso del caso por parte de algunos sectores como un ataque político en contra del ex presidente y su entorno.
Una batalla en los tribunales
Mientras tanto, la causa judicial continúa avanzando. El fiscal Carlos Rívolo y el juez Julián Ercolini llevan adelante la investigación, que se centra en determinar si las lesiones que presenta Yáñez fueron producto de una agresión física por parte de Fernández, un delito que podría tener una pena máxima de dos años de prisión. Por su parte, Fernández ha solicitado que el caso sea trasladado al juzgado federal de San Isidro, argumentando que hay un sesgo político en el proceso.
Qué dijo Fabiola Yáñez
Desde Madrid, la ex primera dama, Fabiola Yañez, habló con Infobae, por primera vez, desde su denuncia por violencia contra Alberto Fernández.
Con una voz cargada de angustia, Yañez aseguró que tiene miedo por su hijo:»Jamás hubiera querido exponerlo«, se lamentó. Y añadió que, aún lejos de Argentina, siente temor: «Yo hoy no podía salir. Pusieron inhibidores que hacían que el auto se apagara». No sabe quién es el responsable de estas intimidaciones, pero desea que la justicia se encargue de investigar.
Acompañada en Madrid por su madre, Yañez se lamentó de que su familia está separada, y aseguró que es la única persona que la está «sosteniendo» y desmintió tener «empleados ni niñera».
«Solas otra vez, y en Olivos también estuve sola. Siempre estuve sola», dijo la exprimera dama con angustia y aseguró que no puede trabajar.
En cuanto a los motivos que la llevaron a denunciar a Alberto Fernández, señaló que: «Estuvo durante dos meses amenazándome día por medio con que si yo hacía esto, si hacía lo otro, se iba a suicidar«, detalló.
Yañez confirmó que muchos sabían lo que pasaba, pero que nadie le brindó ayuda, ni el Ministerio de la Mujer, ni los políticos del entorno íntimo.
«Yo he cuidado a este hombre de tantas cosas. Esos videos que aparecieron el otro día son poca cosa al lado de lo que hizo».
Y añadió: «Pero también hay otra cuestión: a mí no me dejaban hablar. Cualquiera dijo de mí lo que quiso en televisión, en radio, en los diarios, en donde sea. Jamás nadie salió a defenderme, nadie me defendió. Lo único que que yo recibía como respuesta de la persona encargada de la prensa presidencial era: «No les contestes porque les das entidad».
En reiteradas oportunidades, Yañez aseguró tener miedo: «Porque tengo que resguardarme y porque tengo miedo. Hoy tengo miedo de volver a mi casa. ¿Qué voy a hacer con mi hijo? ¿Por qué inhibieron todo el lugar? Para que no pudiera salir de mi casa. ¿Cómo vuelvo? ¿Qué hago con mi hijo y con mi mamá? Bueno, por ese miedo y por lo que grabé con quienes firmamos un contrato de confidencialidad.
Yañez se lamentó por las fotos que circularon con su rostro golpeado
Consultada sobre lo que sintió cuando vio las fotos de su rostro con golpes, respondió: «Me destruí, pero me destruí por mi hijo. Yo jamás hubiese querido que saliera una foto así de mí. ¿Qué mujer se quiere ver en todos los programas de televisión y en los medios del mundo así? No entiendo cómo se filtraron los chats y que se guardaran la foto para el último momento. Creo que no hay una mujer en el mundo que quiera verse así. Hay otras causas sobre violencia que siempre van por lo privado. Entonces sus hijos no lo van a ver, ni su familia. Mi familia está sufriendo por ver esto. Tengo a mi familia toda separada porque mi mamá tuvo que venir a apoyarme a mí hace más de un año y medio. Tuvo que dejar a su esposo, alejarse de su hija, de mi hermanita que tiene 17 años y estaba terminando el secundario. Y acá estamos solas, obviamente. Y en Olivos yo siempre estuve sola, porque mi familia vivía a más de mil kilómetros. Yo siempre estuve sola».
La exprimera dama volvió a referirse al terrorismo psicológico del que fue objeto: «Sí, otra violencia a la que estuve sometida durante muchísimo tiempo como es el acoso telefónico. Terrorismo psicológico. Esta persona estuvo durante dos meses – están todos los chats y muchas personas lo saben – amenazándome día por medio con que si yo hacía esto, si hacía lo otro, que se iba a suicidar. Eso no se hace, eso es un delito. ¿Cómo voy a estar yo entera para mi hijo si tengo a una persona diciéndome esas cosas? Día por medio, durante dos meses. Pero fue lo último que esta persona hizo».
Además, confirmó que era habitual que Fernández amenazara con suicidarse y aseguró que lo hizo «reiteradas veces«.
Yañez se negó a responder preguntas específicas sobre la violencia recibida por el secreto de sumario. Sin embargo, confirmó que los rumores de separación que circularon, fueron ciertos: «En julio más o menos. Cuando empezaron a decir que estábamos separados, era verdad. Solo que no lo querían decir. Entonces, obviamente, si yo me iba de Olivos iba a ser un escándalo. Entonces, todavía queriéndolo ayudar, queriéndolo ayudar, me voy a vivir a la casa de huéspedes, donde él cada vez que llegaba abría la puerta. Pero no es que me golpeaba la puerta para entrar. Abría la puerta así, de un portazo. Y yo ahí viví con mi hijo el último tiempo. Entonces empezaron desde antes de agosto, todas las semanas, a darme un cuento distinto: ‘Mañana te vas’, y así. Pero no me dejaron ir hasta el 2 de diciembre».
La ex primera dama negó haber estado cautiva en Olivos: «No porque igual tampoco es que salía mucho, ustedes saben. A mí jamás nadie me vio en un restaurante, en un bar. Jamás, porque nunca salí a hacer esas cosas. Simplemente, iba a la casa de una amiga. Pero me quería ir y no podía. Me inventaban una cosa todas las semanas para irme llevando»
Consultada sobre el festejo de cumpleaños en la casa presidencial en plena pandemia, aseguró que tanto el expresidente como su entorno la responsabilizaron por haber perdido las elecciones: «Salieron a echarme la culpa por esas fotos que habían aparecido de golpe, que se habían guardado durante un año. Esto fue todo hecho, obviamente, a propósito. ¿No? Si no, hubiese salido antes. Creían que ganaban las elecciones y perdieron. Todos los días se me repetía: «Por culpa tuya. Perdí un gobierno por culpa tuya. Este gobierno perdió las elecciones por culpa tuya. Por culpa tuya. Por culpa tuya». ¿Cómo un gobierno va a caer por una foto mía? Por favor. Pero que te lo digan todos los días…»
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