El presidente Javier Milei presentó ante el Congreso el Presupuesto 2025, pero en lugar de dar los detalles puntuales de las previsiones para el año próximo se enfocó en resumirlo como una «guerra contra el gasto público» para blindar el «déficit cero», con fuertes mensajes políticos a los legisladores y un fuerte desafío los gobernadores, con el público como testigo.
Como había adelantado iProfesional, el Presidente habló ante un recinto semivacío. A pesar de haber querido recrear el clima de una Asamblea Legislativa, solo asistieron unos 120 diputados y una decena de senadores, que ayudaron a disimular el vacío entre las 257 bancas que hay en total. Tanto el kirchnerismo como la oposición dialoguista enviaron una representación mínima.
A Milei no lo importó. Ni siquiera se privó de chicanear a la bancada kirchnerista. El mandatario rompió con la tradición en varias formas. Además de haber sido la primera vez que un Presidente va personalmente a presentar el la ley de presupuesto al recinto de la Cámara de Diputados, también es la primera vez que en la presentación no se hace referencia a las previsiones sobre inflación, dólar, gasto total e ingresos totales.
En cambio, el Presidente usó la cadena nacional para volver a plantear su rivalidad con la política tradicional con el déficit fiscal como eje de la confrontación. Según afirmó, el déficit es culpa de «la compulsión de los políticos por el gasto público» y es la razón de todos los males del país: «La pobreza y la indigencia son producto del déficit (…) no hay nada más empobrecedor que el déficit fiscal y no hay nada que enriquezca más a los políticos que el déficit fiscal», afirmó.
Con es mensaje, Milei evitó los detalles del Presupuesto para plantar, en su lugar, el espíritu que tiene el proyecto y que caracterizará el resto de su mandato: la «guerra contra el gasto público» o el «cepo al Estado», según lo denominó. Como parte de esa batalla defendió el reciente veto a la ley que aumentaba las jubilaciones y anunció que habrá otros. Esta fue la clave central de su presentación.
Javier Milei y el Presupuesto: ¿cómo funcionará la «guerra al gasto público»?
Según el resumen del Presupuesto 2025 al que accedió iProfesional, el proyecto prevé que el año próximo el PBI tenga una suba del 5,0% y que «continúe un crecimiento sostenido en los años siguientes». Se proyecta que el dólar llegue a $1.207 para diciembre de 2025 y que la inflación se desacelere «a un 18,3% interanual en igual período».
No obstante, en lugar de enfocarse en esos detalles el mandatario puso el acento en que el cambio de metodología para elaborar el Presupuesto a partir de pensar «primero cuánto hay que ahorrar para después ver cuánto se puede gastar» y anunció que ésta será la «regla fiscal inquebrantable para todos los que vengan en adelante».
«El sueprávit primario tiene que equivaler o exceder al monto de los intereses de deuda a pagar», afirmó el mandatario en primer término. En esta definición, junto con otras, se concentra uno de los objetivos que buscó al decidir presentar él mismo el proyecto: enviar un mensaje a los acreedores que ven con preocupación la capacidad de la Argentina de hacerse con dólares.
Luego explicó que «el gasto corriente está compuesto por el gasto automático indexado por ley y por el gasto discrecional que no está indexado, es el mismo no importa la inflación que haya», a lo que agregó que en el Presupuesto 2025 «si los ingresos son mayores a los estimados el gasto automático podrá aumentar en línea, pero el gasto discrecional se mantendrá congelado».
En tanto, «si el crecimiento económico es permanente, el Estado va a poder devolverle a la sociedad esa mayor recaudación en reducción de impuestos». Si la economía no crece «caerá también el gasto automático y se reducirá el gasto discrecional para que igualmente se alcance el déficit cero». Milei aseguró que con esto «será el sector público y no el privado» el que absorba los desequilibrios de la economía y «se blinda el resultado fiscal sea cual fuera el escenario macroeconómico».
«La reducción del gasto para lograr superávit va a estar en el centro de la solución», aseguró el Presidente, al tiempo que destacó que «el déficit cero va a hacer que la deuda sea sostenible». Este proceso al que denominó como «guerra contra el gasto público» o «cepo al Estado» fue la clave central de su anuncio en el Congreso.
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