Desde el aroma a café recién molido hasta los sabores únicos de la pastelería artesanal, Martinelli logró capturar la esencia de Italia en Buenos Aires. Fundada en 2020 por Carlo Contini, un empresario gastronómico italiano originario de Parma, y Manuel Barraza, la marca se inspira en una histórica confitería de la tierra natal de Contini. Martinelli ahora apuesta por expandirse a través del modelo de franquicias, con la misión de llevar los sabores y aromas del país mediterráneo a cada rincón de la Argentina.
«El primer local lo abrimos en Malabia 1179, en plena pandemia, lo que fue un desafío enorme», recuerda Contini. El proyecto no solo debía adaptarse al contexto de cuarentena, sino también mantener la calidad y el servicio que distinguen a la marca. Dos años después, abrieron una segunda sucursal, consolidando su propuesta de ofrecer el auténtico café italiano y una pastelería con creaciones artesanales de distintas regiones de Italia, a cargo del propio Contini. Desde clásicos como el café espresso, ristretto o cortado piccolo hasta los especiales como el latte Pistachio y el Blue Berry Ice latte que se pueden acompañar con los clásicos cannolis, cannoncinos y hasta gelatos; todo en su conjunto resulta el principal diferencial en un mercado repleto de cafeterías de especialidad.
Tras el éxito de los primeros locales, en 2022 los socios de Martinelli decidieron apostar por un modelo de expansión basado en franquicias. «Este modelo nos permite llegar a más zonas de la ciudad, pero siempre manteniendo el control de la calidad», explica Contini.
En la actualidad, la marca cuenta con tres franquicias en operación ubicadas en los barrios de Núñez, Caballito y Colegiales, y tiene dos más en proceso de apertura. Aunque el contexto económico del país presenta desafíos, Contini asegura que el sistema de franquicias de Martinelli es flexible y accesible, lo que le permite tanto a la marca como a sus franquiciados a seguir creciendo de manera sostenida. «Lógicamente, hay zonas muy interesantes en Capital Federal, pero también estamos mirando con mucho interés el interior del país. Vemos gran potencial de crecimiento en ciudades como Córdoba, Mar del Plata, Neuquén, y Posadas«, comenta Contini.
Para abrir una franquicia Martinelli se necesitan desde u$s60.000
«Buscamos franquiciados comprometidos que puedan ocuparse del negocio y seguir de cerca los procesos. Es fundamental que cuiden el producto y el servicio para que la experiencia Martinelli sea la misma en todos los locales», avisa Contini.
La inversión inicial necesaria para abrir una franquicia Martinelli ronda los u$s60.000, en un formato llave en mano, lo que significa que la empresa franquiciante se encarga de todo el proceso de armado del local y la capacitación inicial. El tamaño de local ideal es de, al menos, 35 metros cuadrados, y debe estar ubicado en una zona con buena circulación de personas y actividades comerciales. Según la oferta y el tamaño del local, el franquiciado puede necesitar entre 4 y 8 empleados para su operación.
El modelo de negocio ofrece algunas ventajas que ayudan a los franquiciados a iniciar su camino de manera más liviana. Durante los dos primeros meses, Martinelli acompaña a los nuevos franquiciados en todo el proceso de start-up, ofreciéndoles apoyo con la mercadería inicial sin cargos y eximiéndolos de pagar las regalías durante ese período. Posteriormente, los franquiciados deben abonar un 5% de la facturación neta en concepto de regalía y publicidad.
En cuanto a las proyecciones de facturación, Contini explica que si bien depende de la ubicación del local, se estima un promedio anual de $230 millones para locales pequeños y hasta $320 millones para los más grandes. «En un contexto económico tan cambiante, es difícil hacer proyecciones exactas, porque hay variables que no dependen de Martinelli, pero el tiempo de recupero de la inversión inicial ronda entre los 22 y 24 meses» dice.
No obstante, aclara también que para que el negocio funcione es clave que el franquiciado gestione adecuadamente los costos, el stock y la atención al cliente; en este sentido, es importante la presencia del franquiciado en el negocio «No se trata solo de vender café y pasteles, sino de ofrecer una experiencia italiana auténtica en cada detalle», concluye.
Cuidadoso con las proyecciones de Martinelli y sin ambiciones, Contini prefiere ir dando pequeños pasos, pero seguros. Por lo pronto, ahora tiene el foco en la apertura de las dos nuevas franquicias y en tres más, que espera poder concretar para el 2025.
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