Estados Unidos representa un mercado atractivo lleno de oportunidades para los emprendedores argentinos, pero el éxito depende de una estrategia que combine una inversión cuidadosa y un conocimiento profundo del mercado local.
Ariel Arrocha, director de la consultora Latam en USA, destaca: «Contar con una buena idea o capital es solo el comienzo; conocer el mercado norteamericano y ajustarse a sus particularidades es lo que marca la diferencia».
Para quienes buscan migrar e invertir, existen diversas visas que permiten establecerse legalmente en Estados Unidos. Una de las más utilizadas es la visa E, exclusiva para ciudadanos argentinos gracias a un tratado bilateral. Arrocha explica que esta visa «permite no solo radicarse con su grupo familiar primario (esposo/a e hijos menores de 21 años solteros), sino también gestionar activamente negocios en suelo estadounidense, con la flexibilidad que muchos emprendedores buscan».
La visa E se divide en dos subtipos: la E1, basada en el intercambio comercial, y la E2, enfocada en la inversión. La visa E1 es adecuada para aquellos negocios que generan un comercio entre ambos países, mientras que la E2, la más común para argentinos que buscan migrar, requiere una «inversión sustancial en un negocio activo» en Estados Unidos. Además, está la opción de la visa EB-5, que permite la residencia permanente para quienes realicen una inversión significativa en un proyecto aprobado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), creando al menos 10 empleos para ciudadanos estadounidenses. «Aquí los montos son exactos y taxativos: el mínimo de inversión es de u$s800.000 en áreas de alta necesidad (TEA) o de u$s1.050.000 en áreas comunes», detalla el experto.
El proceso de solicitud de la visa E2, que suele demorar alrededor de seis meses si se cumplen todos los requisitos, exige que el inversor sea de nacionalidad argentina, que realice una inversión acorde a la actividad y que tenga el control del negocio. Arrocha detalla que el inversor debe poseer al menos el 50% de la empresa y demostrar que el negocio es «real y operativo». También debe quedar claro que no se trata de un proyecto marginal, es decir, el negocio no solo debe sostener al inversor, sino también generar empleo para locales.
Entre los estados más atractivos para invertir desde Latam en USA destacan Texas y Florida, por sus ambientes comerciales amigables y, en algunos casos, tasas fiscales menores. No obstante, Arrocha señala que estados como California y Nueva York, aunque presentan mayores desafíos fiscales y de inversión, ofrecen también grandes oportunidades en términos de rentabilidad.
Sectores con mayor potencial para emprendedores argentinos en EE.UU.
Ingresar al mercado estadounidense no es solo una cuestión de capital y papeles, sino también de adaptación a una nueva cultura de consumo y competencia. Según Arrocha, el error común entre los emprendedores es asumir que podrán «atacar» el mercado de Estados Unidos en su totalidad, ignorando la necesidad de identificar un nicho específico dentro de un país de 330 millones de habitantes. La clave, asegura, es conocer en profundidad el target o público objetivo, y estructurar el negocio para alcanzar a ese segmento en particular. Este proceso exige dedicación, análisis y, en muchos casos, realizar un análisis FODA para evaluar las fortalezas y debilidades de la empresa en este nuevo contexto.
Además, es importante tener en cuenta las diferencias fiscales entre ciudades y estados, ya que las regulaciones y tasas impositivas varían significativamente en todo el país. Arrocha sugiere que los empresarios latinos se asesoren con expertos en cada zona específica, evitando así sorpresas y gastos innecesarios en un país que, en general, recompensa la planificación y el cumplimiento fiscal.
El tipo de negocio elegido es clave para la sostenibilidad y el éxito en Estados Unidos. Según Arrocha, más del 67% de los emprendedores latinos se inclinan por el modelo de franquicia, especialmente en sectores como cafeterías, cuidado de mascotas, servicios de limpieza y estética. «Las franquicias en sectores de consumo recurrente suelen ser muy bien recibidas en el mercado estadounidense», comenta. Este modelo tiene ventajas para los inmigrantes, ya que permite contar con un respaldo estructurado y apoyo en la gestión operativa, lo cual es crucial para quienes recién comienzan en un nuevo mercado.
La inversión mínima recomendada para asegurar la viabilidad de un negocio varía según la actividad, aunque en promedio Latam en USA sugiere una inversión de al menos u$s100.000. «Cada actividad tiene sus particularidades», aclara Arrocha, poniendo como ejemplo una heladería, que puede abrirse con unos u$s100.000, mientras que un negocio de autos requiere mucho más capital.
Consejos para sostener el éxito a largo plazo
Arrocha advierte sobre el riesgo del cortoplacismo, una trampa común para algunos inmigrantes que buscan resolver problemas temporales de sus países de origen. «El mercado estadounidense requiere una inversión de tiempo y dinero; quienes solo buscan resolver una situación temporal terminan fracasando», asegura. En este sentido, es fundamental planificar a mediano y largo plazo, entendiendo que construir un negocio sólido lleva tiempo y dedicación.
Para adaptarse y destacarse en un mercado como el estadounidense, Arrocha recomienda que los emprendedores definan con claridad el nicho de mercado con el que van a trabajar. Intentar abarcar un público amplio desde el inicio puede ser contraproducente; en cambio, especializarse en un target específico facilita el posicionamiento y la fidelización de clientes. Además, sugiere que las empresas latinoamericanas piensen en una estructura corporativa sólida y eviten la improvisación.
A medida que el negocio crece, es esencial invertir en tecnología y herramientas de gestión como sistemas CRM o programas de contabilidad avanzada, que faciliten la administración y permitan centrarse en el crecimiento estratégico.
En última instancia, para maximizar las posibilidades de éxito de los emprendedores argentinos en Estados Unidos, Latam en USA aconseja realizar «inversiones inteligentes», evaluando no solo la viabilidad financiera de cada proyecto, sino también aspectos como la estabilidad del mercado y la existencia de barreras de entrada que limiten la competencia. Planificar a mediano y largo plazo, definir con precisión el público objetivo y contar con una estructura sólida son pasos clave para acceder a las oportunidades que ofrece el mercado estadounidense.
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