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La mayor cementera local llega a fin de año sin encontrar nuevo dueño



A principios de noviembre, Loma Negra dio a conocer los resultados de su balance correspondiente a los primeros nueve meses del 2024, con números que no estarían siendo favorables para que la venta de la cementera se concrete fácilmente.

La mayor parte de sus datos evidencian un escenario negativo en cuanto a ventas, rentabilidad y operaciones si se tiene en cuenta el informe que la compañía fundada por la familia Fortabat presentó a la Comisión Nacional de Valores (CNV).

La mayor cementera argentina, sin rumbo claro

En ese paper se refleja una caída de su rentabilidad con un tercer trimestre de ganancias por $21.200 millones, contra los $23.200 millones del mismo período del año anterior.

El menor resultado operativo se debió principalmente a una caída de sus volúmenes de comercialización que la empresa logró compensar parcialmente con una mayor ganancia financiera empujad por el impacto de la devaluación y el menor gasto financiero neto que, a su vez, fueron parcialmente contrarrestados por una ganancia más baja en la posición monetaria neta, debido a una menor dinámica inflacionaria.

En igual sentido, reportó una ganancia por acción ordinaria de $35.8696 y una ganancia por ADR de $179.3479, en comparación con los $39.1868 y los $195.9340 respectivamente que generó en el 2023.

En cuanto a sus ventas, se situaron en los $180.686 millones (u$s185 millones), y disminuyeron un 21,2% interanual, explicado principalmente por una caída del 21% en los volúmenes de ventas del segmento de cemento.

El EBITDA Ajustado Consolidado alcanzó los $43.279 millones, cayendo un 18,5% interanual en pesos, mientras que en dólares alcanzó los u$s55 millones, bajando un 16,5%.

Loma Negra: nueva prórroga

A partir de estos datos, el multimillonario brasileño Benjamín Steinbruch decidió frenar por quinta vez consecutiva su oferta para quedarse con el 51% de Loma Negra, que se encuentra bajo control de InterCement, grupo también con sede en el mayor mercado del Mercosur.

Las cifras hicieron ruido entre los ejecutivos de Companhia Siderúrgica Nacional (CSN), la firma de la que es propietario y que desde principios de año viene intentando desembarcar en la cementera que fundó la familia Fortabat en 1926.

Por eso, el multimillonario solicitó a los controlantes de la compañía extender nuevamente el plazo de exclusividad para seguir analizando la situación financiera de Loma Negra que ahora vencerá el próximo 16 de diciembre.

Ya lo había hecho en cuatro oportunidades anteriores y la última venció el pasado 16 de noviembre sin que haya definido si acerca o no la oferta para que su empresa, se convierta en dueña de la cementera que actualmente lidera el mercado local, produciendo y distribuyendo cemento, cemento de albañilería, cal, agregados y hormigón, que mayormente son utilizados principalmente en la construcción privada y pública.

Pero, más allá de los números o del interés por el negocio del cemento, la insistencia de Steinbruch por desembarcar en la Argentina se encuentra estrechamente ligada con la enemistad que mantiene con el principal hombre de negocios local como es Paolo Rocca y que data de más de 30 años.

El enemigo de Paolo Rocca

El último capítulo de esta eterna disputa entre ambos multimillonarios se dio en febrero del 2023 cuando Siderar, a través de su controlada Provid Investments SCA; Ternium y Tenaris, mediante su subsidiaria Confab Industrial; fueron demandadas en Brasil por CSN tras la compra de una participación del 27,7% en Usinas Siderúrgicas de Minas Gerais SA (Usiminas).

En 1998, este grupo brasileño ya había sido acusado por el holding de la familia Rocca de hacer dumping en el país con el acero que importaba desde Brasil y con el que competía con Siderar, la empresa madre del poderoso grupo Techint.

Por ese motivo, la empresa local le pidió al gobierno del expresidente Carlos Menem la imposición de aranceles (antidumping) contra las ventas de su rival en nuestro país y la entonces Comisión Nacional de Comercio Exterior (CNCE), el organismo que dependía del Ministerio de Economía encargado de llevar adelante este proceso, respondió diciendo que estudiará el caso, pero que eventualmente aplicaría derechos a toda la siderurgia brasileña.

En su momento, Siderar informó a la Comisión Nacional de Valores (CNV), que, de acuerdo a las leyes y reglamentos de Brasil, los compradores debieron lanzar una oferta pública de adquisición a todos los tenedores minoritarios de acciones ordinarias de Usiminas a un precio por acción equivalente al 80% del precio por acción pagado en dicha operación, o 28,8 reales.

En aquel momento, el acero dentro del bloque comercial pagaba un arancel del 5% y el conflicto se fue extendiendo a medida que pasaron los meses al punto que Siderar debió paralizar sus operaciones por unos meses argumentando que el freno se debió precisamente a la entrada de acero laminado en caliente proveniente de Brasil, Rusia y Ucrania a precios de dumping.

La mayor de la Argentina

Hace unos meses, CSN le ganó un millonario juicio a Techint que deberá abonar alrededor de u$s2.000 millones (o 700 millones de euros) precisamente por ese caso iniciado por CSN contra la mayor productora de acero plano en América Latina.

La Corte Superior de Justicia (SCJ) de Brasil resolvió que Ternium Investments y Ternium Argentina deben abonar a CSN una indemnización por la compra de una participación en Usiminas en enero de 2012.

La posible indemnización calculada por los abogados del Grupo Techint podría alcanzar hasta 4.200 millones de reales (unos 551 millones de euros).

Quizá esos fondos le sirvan a CSN para financiar la compra de Loma Negra, que actualmente posee 34 unidades de producción, con una capacidad activa de más de 33 millones de toneladas de cemento por año, que emplean a más de 6.000 colaboradores.

Además, posee nueve fábricas de producción de cemento en el país y también opera plantas de hormigón en Sudáfrica y Brasil, siendo localmente la principal cementera del país, con el 45% del market share total.

La compañía se encuentra integrada verticalmente, con operaciones en todo el país, respaldada por grandes reservas de piedra caliza, plantas ubicadas estratégicamente, marcas de primer nivel y canales de distribución desarrollados y además cotiza tanto en BYMA como en NYSE en los Estados Unidos, bajo el símbolo «LOMA».



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