Alinear las operaciones con el propósito corporativo, minimizar los riesgos, definir acciones para abordarlos cuando se presenten y garantizar el cumplimiento de los múltiples y cambiantes marcos normativos que afectan a las organizaciones: todo eso es posible gracias a las soluciones GRC, una sigla por «gobierno corporativo, gestión de riesgos y cumplimiento normativo«.
Allí radica la diferencia entre tener una buena salud operativa y una reputación positiva o sufrir incidentes que afecten la continuidad del negocio y pagar enormes multas.
Según la consultora Business Research Insights las inversiones en GRC alcanzaron los 44.000 millones de dólares a nivel global en 2024. Esta cifra se duplicará en los próximos ocho años, y se espera que llegue a los 119.800 millones de dólares para 2032. Las plataformas de GRC se presentan como aliadas clave de las organizaciones para, sobre todo, una mejor toma de decisiones estratégicas.
La ecuación es simple: una empresa que decide unificar el enfoque GRC fortalece todos los procesos involucrados, mejora el desempeño e impulsa la toma de decisiones estratégicas mejor fundamentadas porque contempla, a la vez, todos los elementos que podrían afectar a la organización. Desde acontecimientos sociales hasta desastres naturales, pasando por cambios regulatorios o nuevas oportunidades que brinda el contexto.
Gustavo Pontoriero
Gobierno, gestión de riesgos y compliance
Si entramos en detalle, GRC se define como «la colección integrada de capacidades que permiten a una organización alcanzar objetivos de manera confiable, abordar la incertidumbre y actuar con integridad«.
Un concepto que abarca tres aspectos clave: en primer lugar, la gobernanza o gobierno corporativo, que involucra a los principales tomadores de decisión de la organización y busca garantizar que todas las actividades y todos los procesos estén alineados con el propósito y los objetivos generales.
¿Qué sería una «mala gobernanza»? Cuando un empleado no respeta las políticas internas, o un sector determinado maneja información de manera aislada o privilegiada. Por el contrario, el buen gobierno corporativo se caracteriza por el control (auditorías internas), informes transparentes y supervisión continua.
El segundo componente es la gestión de riesgos. Se trata del conjunto de prácticas y procedimientos para identificar, evaluar y controlar las amenazas y los riesgos para la organización. Los riesgos tienen múltiples formas y pueden ser tanto internos como externos: un fraude financiero, un juicio por incumplimiento legal o un ataque cibernético. También, un producto fallado que genera un perjuicio en los consumidores, un accidente en las instalaciones o un desastre natural.
El tercer componente, compliance, consiste en alinear las actividades organizativas con las leyes y regulaciones vigentes que impactan en la industria donde opera la organización. Entre ellas se destacan cuestiones ambientales, de privacidad de datos, y de sostenibilidad, vinculadas a la aparición de nuevas tecnologías.
Uno de los grandes desafíos que enfrentan las organizaciones es que los marcos normativos son muy dinámicos, cambian a gran velocidad y presentan diferencias ante un mismo tema entre distintos países, o hasta entre distintas ciudades de un mismo país.
Las soluciones GRC juegan un papel clave para las organizaciones ya que no sólo ayudan a mitigar riesgos y cumplir con las normativas, sino que también proporcionan perspectivas estratégicas para mejorar la operación.
Además, a partir de ellas se obtiene una visibilidad de extremo a extremo de la organización, garantizando una comunicación fluida con la información correcta, permitiendo llegar a las personas adecuadas en el momento adecuado.
En un mundo donde la incertidumbre y la complejidad crecen día a día, contar con una estrategia de GRC robusta e integrada se vuelve una ventaja competitiva y una necesidad para garantizar la sostenibilidad y el éxito del negocio a largo plazo. Apostar por estas soluciones no solo protege a las organizaciones de riesgos y sanciones, sino que también potencia la innovación, la eficiencia y la toma de decisiones informadas.
(*) Líder de Ciberseguridad de Nubiral.
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