En el marco de la ExpoRural de Rafaela y la Región se concretó una jornada orientada a multiplicar y mejorar conocimientos en la producción ovina en la región central. La convocatoria estuvo desarrollada por la Sociedad Rural de Rafaela y el INTA, desde donde se promueve la actividad, para brindar herramientas, ideas y conceptos claros sobre esta producción.
El médico veterinario Néstor Franz de la agencia Coronel Moldes (Córdoba) del INTA se refirió al cordero pesado para carne, definiéndola como “una actividad con gran potencialidad en campos agrícolas”.
Destacó la absoluta viabilidad en los sistemas mixtos predominantes en Santa Fe y Córdoba, subrayando que “apuntamos a criar un animal joven de 150 días que nos permita llevarlo hasta unos 25 kilos, lo que nos permitirá una carne magra para cortes específicos, por lo que esto permitiría a los consumidores comprar de a un kilo, o medio kilo o 300 gramos de carne ovina, ofreciendo cortes específicos”.
De esta manera en el imaginario del consumidor se irá reconstruyendo cuando piense en carne ovina, y vaya más allá de la compra del tradicional corderito que se come en las fiestas que es de 90 días y tiene de 10, 12 o 14 kilos de peso.
La idea de pensar el negocio alentando y educando al consumidor requiere de una buena prestación a nivel frigorífico –una asignatura pendiente aún- y de concientizar al productor mixto para que no solo vea la producción de un corderito para los fines de año, sino para trabajar en el interregno que va de abril a septiembre, y de esa manera dejar de ser un productor espasmódico.
La oveja Texel, una raza moderna que conecta con el negocio
Federico Ponzio, productor y presidente de la Asociación Texel Argentina, fue otro de los oradores del encuentro en Rafaela. “A partir de lo que ofrece nuestra región en cuanto a la producción de forraje de granos, la misma agricultura deja muchos residuos que no se reaprovechan y quedan ociosos, estamos planteando que a través del ovino se puede lograr aprovechar lo que se produce en nuestros propios campos, poniendo en funcionamiento instalaciones viejas, espacios ociosos y de esa manera agregar un valor a lo que es la agricultura, para que en nuestra actividad principal que puede ser la ganadería de carne o leche, podamos abrirle una ventana al ovino, como una herramienta importante para que nos agregue un valor más con ese producto”.
En línea con la idea de promover el cordero pesado, Ponzio –quien trabaja desde la localidad santafesina de Las Rosas, junto a la Agencia de Extensión Rural del INTA- resaltó que “la raza Texel sintoniza muy bien con el cordero pesado, con 20 a 25 kilos a la faena, limpios. Podemos lograr cortes de un tamaño adecuado como para poder meterlos en el mercado, ya sea de grandes hoteles, restaurantes, supermercados y en los mismos pueblos, que la gente pueda comprar cortes y no necesariamente la pieza entera”.
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